domingo, 8 de noviembre de 2015

Tras de una vida sencilla 54


Tras de una vida sencilla               54

La mañanita

En la mañanita
me estuve entre las matas del solar,
entre toronjil, onoto y malojillo,
gozaba con los colores de las flores,
campánulas azules y amarillas
y ternezas violetas y lilas
en las flores de frijol colorado…

Seguía la mañanita,
por el este llegaban brisas del Guárico,
y por el este del solar
miraba nonis, icacos y ciruelos,
ayer coseché uno de los cocos,
tomamos el agua María y yo,
comí de la pulpa
y guardé el resto…

Y en la misma mañanita
me anduve entre jengibre y moringa,
después empecé a regar las plantas,
arranqué algunas malezas,
y me dejé llevar por los arrendajos…

                                                                    Adelfo Morillo


Tras de una vida sencilla 53


Tras de una vida sencilla                 53

       Hoy domingo, todavía no había amanecido, estaba acostado y de pronto comienzo a escuchar muy quedo, y es noviembre que me dice Te di un sábado, hace dieciséis años, la casa donde vives, en este rincón de calle ciega, en la Misión de Nuestra Señora de los Ángeles; seis años antes, un lunes,  te ubiqué de profesor en el Área de Educación de la Universidad Rómulo Gallegos, en la Villa de Todos los Santos; hace dos años, once de noviembre, te aprobé y te di la Resolución de jubilación de la Universidad; te casé en Mérida con Genny, nacida en noviembre, y te di a Jairo, el hijo mayor nacido de esa unión, en un mes de noviembre; acuérdate que de tu primer matrimonio en Valera con Ilva, te di a tu primogénito, Adrián, nacido en Mérida; y no olvides que de entre los dones que te he dado, el mejor es que tu madre, Cecilia Filomena, nació hace tantas lunas en noviembre; y te abrí los ojos, para que una tarde miraras por primera vez a María Zoraida, y no fuiste reacio, empezaste a cortejarla, y finalmente ella aceptó el penúltimo día de noviembre, un sábado, empezar a ser tu compañera de vida, y me doy cuenta de que siguen conviviendo en armonía de amor…
       Y sí, gracias, noviembre, porque me haces mirar y te acercas para que te escuche; como escucho que mi hermana, Greta, nació un primero de noviembre; y en la historia de hace casi trescientos años, los Fundadores de mi pueblo natal eligieron el primero de noviembre, para darle nombre de Villa de Todos los Santos…

       Y María miraba por la ventana, mientras escribía, y en un momento me dijo Mira el pajarito, anda buscando animalitos, para llevarle alimento a sus pichoncitos, el nido lo tiene en la mata de icaco
       No son las siete de la mañana, y a esta hora no sé cuántos regalos me has dado, noviembre, en esta mañana de domingo, fresca como vuelo de tórtolas…

Adelfo Morillo

sábado, 7 de noviembre de 2015

Tras de una vida sencilla 52


Tras de una vida sencilla                   52

       El viernes amaneció con frescuras de lechugas y de manantiales, la noche anterior había caído una tenue llovizna, me preparé para ir a encontrarme con los participantes de la Especialidad Lengua en el liceo Alexander von Humboldt; salí de casa, y cuando iba llegando a las Brisas de la Represa, se detiene una camioneta, la choferesa baja el vidrio, y me dice Venga, profesor, es Marianny, una de las participantes; regresamos a casa a buscar Florentino y el Diablo, luego nos dirigimos a buscar a Marién, también participante; mientras vamos en camino, Marianny me informa que en el liceo se va a realizar el Festival de la Voz Liceísta; y comento que así no vamos a poder trabajar, por tanto le digo que me deje en la sede del Área de Ciencias de la Educación de la Universidad Rómulo Gallegos, en Merecurito, muy cerca del liceo Humboldt, para hablar con el Decano de esta Área, y solicitarle que nos ceda una aula para llevar a cabo la actividad, hablo con el Decano, Doctor en Educación, Rodolfo Moreno, y no solo me cede el aula por este viernes, sino también por cada viernes, hasta el mes de diciembre, cuando finalizamos el primer trimestre; llamo por teléfono celular a Marién y le digo que le informe al resto del grupo que vamos a estar en el aula 4 del Área de Educación de la Universidad Rómulo Gallegos, en su sede de Merecurito; poco a poco empiezan a llegar, y cuando completamos el grupo, iniciamos la actividad con planteamientos de cómo asumir la evaluación en el transcurrir de los tiempos actuales…

La evaluación cualitativa formativa

       En las aulas necesitamos llevar a cabo la evaluación cualitativa formativa, que le dé posibilidad a los estudiantes de ir regulando gradualmente su aprendizaje; y en el que los docentes demos tiempo y esfuerzo para orientar sobre todo a los estudiantes con mayores dificultades para el logro de competencias en el conocimiento, y esto es un compromiso en el aprendizaje de niños, jóvenes y adultos, en donde docentes y estudiantes con sentido humano sepamos valorar los éxitos, logros, dificultades, dudas, fortalezas y debilidades, en esta evaluación permanente y continua…
       En esta evaluación contemplamos cómo se va aprendiendo, cuáles son los progresos, cuáles son los indicadores de dichos progresos, qué dificultades se presentan, y cuáles son sus causas; y esta evaluación cualitativa formativa nos exige definir claramente los objetivos, el nivel de exigencias de las tareas, criterios de evaluación, para que los estudiantes asuman la responsabilidad de cómo desarrollar su aprendizaje; esto en cuanto a la evaluación en general, y en cuanto a la evaluación en el Área de Lengua, intentamos elegir contenidos que conlleven al aprendizaje con todos los sentidos, porque en esta disciplina del conocimiento tomamos en cuenta la cotidianidad de cómo escuchamos, hablamos, leemos y escribimos, y específicamente en la parte de lectura y de escritura contemplamos aspectos ortográficos, morfológicos, sintácticos y semánticos; y en conjunto todos estos aspectos formales se encuentran inmersos en el universo del lenguaje, donde debemos abocarnos al estudio de la Lingüística; y así podemos aceptar que estos criterios son válidos en la evaluación cualitativa formativa del Área de Lengua, y con el añadido de que los asuntos de pensamientos, sentimientos y de creación nos llevan a adecuar criterios de evaluación más amplios, más abiertos y más subjetivos, sin alejarnos de la objetividad pertinente de esta forma de evaluación…

       Seguidamente, comenzamos con la evalución fijada para este viernes, en que cada participante hizo despliegue de su discurso oral, y también del acopio de textos y de imágenes pertinentes a dos leyendas llaneras, El Silbón y Florentino y el Diablo
       Los participantes que eligieron El Silbón, a medida que iban exponiendo, nos ilustraban y nos fueron enterando de que esta leyenda forma parte de la oralidad, que nos viene de nuestros antepasados, y nos ha llegado de boca en boca, de generación en generación, y se ubica en los estados Portuguesa, Barinas y Cojedes, y en ella se habla de un drama terrible, de dónde, cuándo y cómo un hijo mata al padre, y a partir de ese momento queda maldito, y empieza a ser una alma en pena, con figura de hombre larguirucho y flaco, portador de un saco de huesos de humanos, y en su andar y desandar se deja reconocer por un escalofriante y terrorífico silbido juiiiiijuiiii… juiiiijuiiiii…; en medio de un ambiente de expectación y de suspenso creado por los participantes, nos seguían comunicando que hay una grabación, en que hablan dos hombres, uno de nombre Juan Hilario o Juan parranda o parrando, porque a parranda, parrando, fiesta o baile de que él se enteraba, por muy lejos que fuera, y así lloviera, tronara o relampagueara, ahí seguro que estaba presente, Juan Hilario…

 Era un tres de mayo,
como a las seis de la tarde,
fueron grandes tempestades
y relámpagos en el aire…

No vayas para la fiesta,
te dijeron, Juan Hilario,
que en tierras de Portuguesa
va un espanto desandando…

Esto era lo que contaban
del Silbón y la parranda,
que una noche se encontraron
Hilarión y el desandas…

El que vaya de parranda,
que se vaya preparando,
que si la noche lo agarra,
el Silbón lo está esperando…

       Después tomó la palabra el grupo de participantes que eligieron Florentino y el Diablo, y uno a uno se fueron turnando y nos fueron diciendo que esta leyenda tiene su basamento en la oralidad de las coplas, que se vienen escuchando en las inmensidades del llano, y que tenemos su mejor conocimiento de tal leyenda, gracias al poeta y escritor barinés Alberto Arvelo Torrealba, que la recopiló y la escribió en versos octosílabos, y que hizo tres versiones de ella, de fechas 1940, 1950 y 1957; y que paralelo a la poesía, Rómulo Gallegos escribió la novela Cantaclaro, y el creador calaboceño Antonio Estévez en música, compuso con versos de Florentino y el Diablo de Arvelo Torrealba, la Cantata Criolla; y finalmente los participantes optaron por hablar del Reto, de la Porfía, y del duelo contrapunteo Fliorentino y el Diablo, y en donde Florentino representa la fe en Dios, y el Diablo, no hace falta decir que es la maldad, la muerte del alma…

El Diablo reta a Florentino

                              - Amigo, por si se atreve,
                                aguárdeme en Santa Inés,
                                que yo lo voy a buscar
                                para cantar con usté…

Florentino responde

                               - Sabana, sabana, tierra
                                 que hace sudar y querer,
                                 parada con tanto rumbo,
                                 con agua y muerta de sed,
                                 una con mi alma en lo sola,
                                 una con Dios en la fe;
                                 sobre tu pecho desnudo
                                 yo me paro a responder:
                                 Sepa el cantador sombrío
                                 que yo cumplo con mi ley
                                 y como canté con todos
                                 tengo que cantar con él…

El Diablo comienza el contrapunteo

                                  Catire quita pesares,
                                  constésteme esta pregunta:
                                  ¿Cuál es el gallo que siempre
                                  lleva ventaja en la lucha
                                  y aunque le den en el pico
                                  tiene picada segura..?

Florentino termina el contrapunteo y triunfa sobre el Diablo

                                  Mucho gusto en conocerlo
                                  tengo señor Satanás.
                                  Zamuros de la Barrosa,
                                  salgan del alcornocal
                                  que al Diablo lo cogió el día
                                  queriéndome atropellar.
                                  Sácame de aquí con Dios,
                                  Virgen de la Soledá,
                                  Virgen del Carmen bendita,
                                  sagrada Virgen del Real,
                                  tierna Virgen del Socorro,
                                  dulce Virgen de la Paz,
                                  Virgen de la Coromoto,
                                  Virgen de Chiquinquirá,
                                  piadosa Virgen del Valle,
                                  santa Virgen del Pilar,
                                  fiel Madre de los Dolores,
                                  dame el fulgor que tú das,
                                  ¡San Miguel!, dame tu escudo,
                                  tu rejón y tu puñal,
                                  Niño de Atocha bendito,
                                  Santísima Trinidá…
 Adelfo Morillo   



jueves, 5 de noviembre de 2015

Lengua castellana 30


Lengua castellana               30

       Las comillas (“  “) se colocan al principio y al final de las citas textuales, leamos: Simón Bolívar nos dice  “Moral y luces son nuestras primeras necesidades…”; también se emplean en el título de obras artísticas, literarias, leamos: “Cantata Criolla” de Antonio Estévez; “La piedra que era Cristo” de Miguel Otero Silva; asimismo se emplean para destacar el nombre de instituciones, leamos: Universidad “Rómulo Gallegos”; y pueden usarse para señalar el sentido irónico o un significado diferente, con el fin de indicar que se ha transcrito con toda esa intención, y no por equivocación, leamos: El orador dijo “Me se ha olvidado…”


Santificamos a Dios

       Si recordamos que en las bienaventuranzas, Jesús dijo “Ama a Dios por sobre todas las cosas…”
       Y si acudimos a la poesía, nos encontramos con que el poeta peruano y mundial César Vallejo escribió Dios, leamos sus versos iniciales

                              “Siento a Dios que camina
                               tan en mí, con la tarde y con el mar.
                               Con Él nos vamos juntos. Anochece
                               Con Él anochecemos…”

       Y si hojeamos y ojeamos la novela “La piedra que era Cristo” de Miguel Otero Silva, en una de sus páginas así escribe el “Padre nuestro”, la oración que pronuncian los labios de Jesús, y que nos la dejó, para que con ella santifiquemos a Dios

       “Abba, Papá, Padre nuestro, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, danos cada día nuestro pan y perdona nuestros pecados, pues también nosotros perdonamos a nuestros deudores…”

Adelfo Morillo

Tras de una vida sencilla 51


Tras de una vida sencilla                  51

       Una sonrisa natural, espontánea, sincera; sí, qué bello sería nuestro mundo, si todos anduviéramos, por sobre dolores y tristezas, ofreciendo sonrisas sinceras en cada sitio y en cada momento; recuerdo que antes yo presentaba una cara seria, seguramente parecía muy antipático; ahora cada día intento suavizar mi semblante, y ando a la caza de cosas que sean de mi agrado, y que me hagan prodigar sonrisas sinceras…
       Cada mañana estamos despertando a un nuevo día, y más importante si tenemos conciencia de que en cada nuevo día estamos despertando de antiguos sueños equivocados y de pesadillas; en cada amanecer siento que me lleno más de certezas para ir manifestando actitudes, palabras, acciones y reacciones de amor, de belleza y de bondad…
       Cuántas penas hay en la faz del mundo, cuántas tragedias, cuánto odio; si cada uno de nosotros reflexiona acerca de lo inmisericorde de tales actos de maldad, entonces sin dudas comenzamos a mejorar dentro de nosotros mismos, de no huir de nuestras flaquezas y mentiras, sino de saber reconocerlas y empezar por el auténtico camino de la verdad…
       Sí, cada mañana viene con otro amanecer, es como si el mundo se nos presentara por primera vez, este mundo de colores, de fríos, de calores, y de amores; este mundo que podemos construir sin enigmas ni misterios, y mirar que es un mundo iluminado de blancura, que nos permite mirar y contemplar amarillos, azules, verdes, rojos, y en donde las aguas nos tocan, se vuelven nubes y caen haciéndose ríos y mares, un mundo de montes y de pájaros; sí, comencemos hoy a construir nuestros mejores y más bellos sueños…

Adelfo Morillo 

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Tras de una vida sencilla 50


Tras de una vida sencilla                 50

       La mañana del primer martes de noviembre, todavía no eran las ocho, cuando llegó a buscarnos el colega y compañero de labores docentes, desde hace más de veintisiete años, Jairo Rivero, íbamos para estar a tiempo a la Charla acerca de La llaneridad que yo iba a pronunciar con motivo del Vigésimosegundo Aniversario del Área de Ciencias de la Educación, de la Universidad Rómulo Gallegos, en la Villa de Todos los Santos…
       Cuando charlamos, conversamos, y estamos reunidos los hilos de los discursos están entretejidos de remembranzas, una de estas nos lleva a recordar al epónimo de la Institución, al venezolano y mundialmente reconocido escritor Rómulo Gallegos, y en esta ocasión vamos a considerar las novelas Doña Bárbara y Cantaclaro, que cantan y realzan amplios aspectos de la llaneridad… Otra remembranza está referida a los veintidós años ya transcurridos en la formación de profesionales para desempeñarse de Licenciados en Educación Integral y de Licenciados en Educación, Mención Computación…
       La tercera remembranza la conforma el libro Los llaneros, publicado por el Fondo Editorial Ipasme, y me la encuentro en la primera página, donde su autor escribe

       Para Adelfo Morillo, maestro del lenguaje y de la camaradería, con un abrazo, firma autógrafa de Adolfo Rodríguez, Calabozo, 14-9-13…
   
       Y para hablar de la llaneridad, primero debemos ubicarla en su asentamiento geográfico, y nada mejor que tomar las líneas, que para tal caso entresacamos de las páginas 29 y 30 del libro Los llaneros, al que ya hicimos alusión

       …los llanos de Colombia y de Venezuela forman parte de la región fisiográfica conocida como Orinoquia. Un espacio de 800.000 kilómetros cuadrados, de los cuales un 30 % corresponde al primero y un 70 % al segundo de dichos países. 254.355 km. cuadrados en Colombia y 625.665 km. cuadrados en Venezuela… La Depresión Central Llanera de la Orinoquia, planicie sedimentaria aluvial, al norte de la América del Sur, cubierta casi toda por vegetación de sabana

       Y la mayor parte de estos llanos venezolanos los ubicamos en los estados Barinas, Portuguesa, Cojedes, Apure y Guárico; y los distintos asentamientos humanos a los que les damos el nombre de llaneros son los que van a dar fisonomía a vivencias, costumbres, formas de ser en el habla colectiva y particular de sus gentes, a esa manera de asumir los rigores de los trabajos de llano, a la vivienda denominada casa, caney, rancho y hasta casa en piernas, a la gastronomía bajo techo o en llano abierto, a sus tristezas y alegrías, a sus amores y desamores, y siempre salpicados de algo o bastante de la esencia cimarrona de llanero, por que se sienten libres, y por eso andan y desandan caminos y gustos, olores y calores, en lo que quizás podemos decir que es su forma de ofrendar su ternura bravía de perennes querencias…
       Otra remembranza es la de los primeros años sesenta, cuando se grababa discos long play o de larga duración, y la música llanera no fue la excepción, recuerdo la grabación que escuché de la leyenda Florentino y el Diablo recopilada por Alberto Arvelo Torrealba, en la carátula del long play aparecían las fotos de los dos contrapunteadores, José Romero Bello que hace de Florentino, y Juan de los Santos Contreras, más conocido como Carrao de Palmarito o Clarín de la llanura, que hace de Diablo, y en el arpa el maestro Jose Joseíto Romero Morillo, y toda la cara A del disco se iba en la conversación de dos llaneros, y en que finalmente el llanero Venancio conversa el Reto y la Porfía, hasta cuando arranca el desafío del contrapunteo entre los dos singulares y afamados copleros…

       La conversación comienza

       ¡Ah, mandilata de aguacero la que está cayendo…; y ah, noche más oscura, se parece a la noche, cuando Florentino cantó con el Diablo..!
       ¡Ah, compay Venancio, échenos el cuento ese del Reto, de cuando Florentino cantó con el Diablo..!
       ¡Guá, sí, cómo no, pero me dan una mascaíta y me prestan el cuatro… Esto pasó jace mucho tiempo…, de cuando se jallaban copleros buenos de verdá, porái por esos llanos..       
                                                  El coplero Florentino
                                                  por el ancho terraplén,
                                                  caminos del desamparo
                                                  desanda a golpe de seis…

       El primer capítulo de la novela Cantaclaro, escrita por Rómulo Gallegos, tiene por título La copla errante…, y ahí el autor nos habla de los Cantaclaros que pueblan la llanura, y de las coplas que andan errantes por las sabanas, y de cuando se oye una buena copla, se dice Esa es de Cantaclaro; una de las muestras de llaneridad es la música de arpa, cuatro y maracas, y son innumerables los copleros conocidos, reconocidos y los que solo cantan y sus nombres se quedan dispersos en la sabana; de entre los conocidos y reconocidos cantantes o copleros, podemos mencionar al Tigre de Payara, Juan Francisco Montoya; Jesús Moreno; José Romero Bello, Juan de los Santos Contreras, Carrao de Palmarito; Ángel Custodio Loyola; Pedro Emilio Sanchez; Reinaldo Armas, Dámaso Figueredo, Jorge Guerrero; de entre los arpistas José Ignacio Indio Figueredo, José Joseíto Romero Morillo, Alfredo Tenepe Morillo, Eudes Álvarez; y en la letra de estas coplas y en la voz de los cantadores escuchamos esa manera propia de hablar de la gente de llano, grey, rebaño, pulpa, macagua, bejuco, palma, verano, sequía, jagüey, tataratea, estribo, candela, candelazo, parapara, candil, chipola, ranchería, bongo, canoa, barrial, barrizal, íngrimo, solo, bravura, luceros, cacho de beber, fogón, topias…
       En el mundo de la gastronomía se conoce el paloapique, casabe, naiboa, pisillo de chigüire, hallacas, arroz aguado, cachapas, jojotos sancochados y asados, carne asada en asadores de puyas en fogones de leña, arroz con leche, dulce de leche, pan de horno, jalea de mango maduro o verde, arepas de maíz pilado, cocidas en budares de barro, buñuelos de yuca y queso con miel…
       En la novela Doña Bárbara, escrita por Rómulo Gallegos, el personaje central es la llanura, bárbara, cruel, devoradora de hombres por los trabajos inclementes de la sabana, y en ese vasto espacio se desarrolla toda una serie de vivencias por los personajes reales y ficticios, donde nos encontramos con la franqueza y la desconfianza juntas en la gente de llano, sus creencias, supersticiones, bravuras, arrojos de estos habitantes de impulsos y de audacias temerarias…
       Y en el mundo real de estos inmensos espacios de tierra, seguimos conviviendo con remembranzas de cosas idas, y de antiguas maneras que siguen persistiendo en presente, así vemos las domas, arreos de ganados que si bien nos encontramos con el llanero a caballo, ya no nos sorprende el arreador en motocicleta o en bicicleta; son tantos los signos de llaneridad que nos acompañan a los que vivimos y convivimos en estos pueblos, caseríos, campos y sabanas; y el más pegadizo de entre tantos signos de llaneridad sigue siendo la forma de enamoramiento de los llaneros y de las llaneras, porque sabemos encontrar las mieles de amor y de ternura en las cosas más sencillas, en los ojos de la laguna, en los guiños de los relámpagos, en el pasitrote de los caballos, de las yeguas y del ganado, en las corvas redondas de las catiras o de las morenas, en las mieles de las colmenas y del matajey, y en las más dulces miradas de la mujer que enamoramos y que nos enamora…  

Adelfo Morillo