Rómulo
Gallegos, poeta
…en el aire
sereno aleteaba la ternura de un blanco vuelo de garzas…
La
trayectoria de cuentista la comienza Gallegos en 1913 con la publicación del
cuento Los aventureros; y de
novelista la inicia en 1920 con El último
Solar, que en posterior edición le da el nombre de Reinaldo Solar; luego en 1922 publica los cuentos Los inmigrantes, y La rebelión; posteriormente en 1925 publica la novela La trepadora, en 1929 Doña Bárbara, Cantaclaro en 1934, Canaima en 1935, Pobre negro en 1937, El
forastero en 1942, Sobre la misma
tierra en 1943; y sigue con la publicación de La rebelión y otros cuentos en 1946; retoma la novela con la
publicación de La brizna de paja en el
viento en 1952, y Tierra bajo los
pies en 1971; como vemos es una prolija producción en el mundo del cuento y
de la novela, razones suficientes para justificar el don poético de Gallegos, y
así sustentar el título de estas líneas, mas vamos a presentar imágenes,
símiles y metáforas entresacadas de Doña
Bárbara, en el capítulo ¿Con quién
vamos?, al final leemos
¡Ancho llano! ¡Inmensidad bravía!
Desiertas praderas sin límites, hondos, mudos y solitarios ríos…
En las
líneas finales de Uno solo y mil caminos
distintos
…ya el sol empezaba a ponerse, rumbo de
baquianos a través de la sabana, que es, toda ella, uno solo y mil caminos
distintos…
En La lanza en el muro
Un bando de garzas se alejaba hacia el sur,
una tras otra en la armoniosa serenidad del vuelo…
En El recuerdo de Asdrúbal
…Lejos en el profundo silencio, se oía el
bronco mugido de los raudales del Atures…
En El familiar
Reina el silencio en el caney. La noche ha
avanzado bastante y la luna ahonda las lejanías de la sabana…
En La doma
El llano es caliente como el gran viento de
su soleada inmensidad, como la fiebre de sus esteros…
En La bella durmiente
A un mismo tiempo estaba saliendo el sol
y poniéndose la luna, y el palmar se estremecía como un bosque sagrado en el
silencio del alba…
El
último capítulo tiene por nombre Toda
caminos, toda horizontes
¡Llanura venezolana! ¡Propicia para el
esfuerzo, como lo fue para la hazaña, tierra de horizontes abiertos…
Y de
líneas epílogo recordemos que la editorial Fondo
de Cultura Económica en 1954 se une a la conmemoración de los venticinco
años de la publicación de la primera edición en 1929 de Doña Bárbara, y quien escribe el Prólogo de esta edición vigésimo
quinto aniversario es el autor de la novela Rómulo Gallegos, y en sus palabras
finales con estro poético escribe
…una tarde de abril, a orillas de un río
llanero… Si dije que probablemente oí entonces el bramido salvaje de un toro,
bien he podido agregar que en el aire sereno aleteaba la ternura de un blanco
vuelo de garzas…
Adelfo Morillo