Sonrisas y
misericordia
Con los Salmos David le cantó a Dios… Mi
mamá decía que los pájaros le cantan a Dios, y ella imitaba cantos de algunos
pájaros, también me hablaba de cómo hacían algunos de ellos sus galanteos y
cortejos y cómo se buscaban para tocarse y hasta cómo con sus picos se
esculcaban y se sacaban los piojitos, ella me decía cómo le gustaba mirar lo
que hacen los animales, me hablaba de garzas, guacamayas, pericos, canarios,
reinitas, arrendajos, turpiales, cucaracheros, arroceros, picos de plata,
cotúas, chusmitas, perdices; también me contaba acerca de babas, manatíes,
tortugas, terecayes, galápagos, chigüires, pero a las culebras no le gustaba ni
que las nombraran, y si veía la fotografía de culebras en revistas o libros
hacía gestos de miedo y repugnancia…Ya en los últimos años de vida ella ansiaba
con volver a estar en un sitio de llano abierto, donde pudiera sembrar y para criar ganado de carne y
ordeño, para hacer queso y beber leche de vaca recién ordeñada…
Yo desde los ocho años me he dedicado con
amor y alegría a estudiar, y antes de graduarme empecé a trabajar la docencia
en liceos y después de graduado he trabajado en universidades, y mi labor
también la he realizado con amor y alegría, y todo ese tiempo es mi modesto
canto a Dios, porque sí, escribo, pero no tengo el don de interpretar ningún
instrumento musical, recuerdo que en Mérida compré una armónica, porque pensé
que era sencillo entonar alguna música, y estuve varios días montaña arriba en
un páramo, y cuando me despertaba tomaba la armónica, pero no lograba seguir
los compases de ninguna música, y así lo repetía en momentos de la tarde, y en la
noche antes de dormirme volvía a intentarlo, y en ningún instante logré
armonizar ningún retazo de música, ahora sé que Dios comprendió mi intención, y
en algún momento aquí en Calabozo compraré una armónica y la entonaré en lugar
apartado entre algún paisaje, y ahí con amor y alegría entonaré alguna música
de alma y Dios entenderá y se alegrará con sonrisas y misericordia…