Andanza por nuestro idioma 139
El filólogo Ángel Rosenblat en su libro Sentido mágico de la palabra comienza diciéndonos Vamos a evocar los tiempos en que la palabra
era materia sagrada.
ETIMOLOGÍAS ILUSTRATIVAS
La historia de algunas palabras nos servirá de hilo conductor. Hablar, en español antiguo fablar, viene del latín fabulari, contar, conversar, derivado de
fabula. Algo del viejo sentido ha
quedado, con evocaciones inquietantes, en confabular,
que es una manera especializada de hablar. Ese fabulari latino está relacionado con un verbo más antiguo, fari, hablar, que tiene, entre otros los
siguientes derivados: un participio de presente fans, el que habla, de donde infans,
el que no habla, que es nuestro infante,
antiguamente la criatura que aun no podía hablar, después la de pocos años,
luego el hijo de nobles (los Infantes de Lara), más tarde los hijos de los
reyes (los Infantes de Aragón) y finalmente el soldado de la más modesta de las
armas. También procede de él otro participio, fatus, de donde fatum, el
hado que es, etimológicamente, lo que ha sido dicho, la predicción y luego el
destino, en realidad el desdichado, terrible, funesto, y frente a él la
bienhechora hada. De ahí derivan bienhadado y malhadado, y también nefando,
y además fasto y nefasto, y por otro lado fama
e infamia, famoso e infame.
El verbo hablar nos ha llevado
ya a regiones lejanas. El sustantivo palabra
nos conducirá también a tierras misteriosas: procede del latín eclesiástico parabola, tomado a su vez del griego (significaba
comparación o alegoría), y la parábola era la forma por excelencia de la
palabra de Jesús.
Vemos, pues, la palabra entrañablemente asociada con la fábula y la
parábola. En griego está unida además con una forma de creación religiosa: el
mito. El griego mythos, además de
designar el mito o la leyenda, significaba la palabra, y mythéuo o mythéomai,
hacer mitos, era corrientemente hablar. ¿No ha llegado a sostener un lingüista,
famoso en otro tiempo y hoy muy olvidado (Max Müller), que el mito es un
producto accesorio del lenguaje, una especie de enfermedad de la palabra? De
manera más hermosa lo expresaba Paul Valéry, partiendo de la poesía:
Mito es el nombre de todo lo que
existe por la sola virtud de la palabra…
Todo nuestro lenguaje se compone de
pequeños sueños breves… No se
puede hablar sin crear mitos… La palabra
nos habita y lo habita todo…En
un principio era la fábula…