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miércoles, 20 de marzo de 2013

Con nuestra mejor convivencia humana


Con nuestra mejor convivencia humana

      La especie humana tuvo que recorrer un muy largo espacio de tiempo para pasar de la lengua hablada a la escritura… Cada pueblo se fue dando sus particulares sonidos y luego sus correspondientes grafías… Y así hemos llegado a los actuales momentos, cuando hay una amplia gama de recursos de tecnología de información y de comunicación…. Y paradójicamente observamos tantos signos de desinformación y de incomunicación…  Hablamos, y nos gusta que nos escuchen, mas tantas veces no escuchamos a los demás… Y entonces acudimos a las disculpas, como es que ando de prisa, casi no tengo tiempo para llegar al trabajo, a la casa, al colegio de mis hijos, y tantas otras disculpas de diverso tenor… Ahora bien, el idioma hablado y escrito bien sea, castellano, alemán, inglés, mandarín, quechua, o piaroa, es representativo del grupo lingüístico según el caso… Y aquí queremos recordar un ejemplo que le da calor y sentimiento a un hecho en el tiempo, sucedió cuando Carlos V fue por vez primera a España, y desconocía las costumbres y también el idioma de sus súbditos a los que debía gobernar, ya España le había proporcionado sus mejores soldados y también le había  ofrecido todo el apoyo, y entonces Carlos V supo agradecer estas muestras de acato, por lo cual se dio por identificarse con el espíritu español: empezó por hablar castellano, en medio de una vida austera, y su aprecio por la lengua castellana lo llevó a tal grado que alguna vez se le escuchó decir: 
     -“Yo hablo italiano con las damas; hablo francés para tratar con los hombres; pero para hablar con Dios, empleo el castellano…”
     Pues bien así como los hablantes y escribientes del castellano nos sentimos identificados con nuestro idioma… Así cada hablante y escribiente de su lengua en particular debe sentirse consustanciado en cuerpo y espíritu con su propio idioma…
     Consideramos que la comunicación es un hecho vital para los hablantes y escribientes, como también para los que se comunican con el lenguaje de señas o de alguna otra forma de lenguaje, que sin duda contribuye con nuestra mejor convivencia humana.