El mundo gira y nosotros
giramos y cambiamos
Con el paso del tiempo cuántas cosas
cambian, y cuántos familiares o amigos se han ido de la vida con el último
aliento… A mí se me han ido varios de esos amables nexos, pero me quedan de
ellos incontables alegres recuerdos… El mundo, Venezuela, El Picacho, Mérida y
Calabozo cuánto han cambiado desde mi infancia, adolescencia y adultez, y con
cuánta gente me he encontrado, después de cierto tiempo y que no he reconocido,
y me avergüenzo en el momento y aun cuando lo estoy escribiendo…
Cuando voy a El Picacho no logro ubicarlo,
y menos la casa donde nos mudamos que las babas llegaban con las lluvias y el
río crecido hasta la cerca de alambre gallinero… Cuando nos mudamos a Calabozo,
la casa a donde llegamos, la tumbaron, otra casa cerca del río Guárico también
la tumbaron, y paso por la carrera seis, donde estuvimos un tiempo y la casa
donde vivimos, la tumbaron y construyeron otra, en la calle seis todavía se
mantiene la casa, donde moramos un tiempo, y en la carrera ocho miro la casa
donde estuvimos un mes nada más, en la carrera siete se encuentra la casa donde
vivimos pocos meses, y en la calle ocho cuando paso, recuerdo que en esa casa
aprendí a andar en bicicleta, pero también ahí me dio rubeola…
Y cómo olvidar la casa que construyó mi
papá frente a la carretera nacional, cerca del aeropuerto entre Caja de Agua y
Merecurito, ahí escuchaba por la radio los juegos de béisbol, noticias y sobre
todo las canciones de moda, terminé la primaria y cursé el bachillerato en el
liceo, que quedaba cerca de la casa, pero me fui a estudiar a Mérida y las
hijas de mi papá vendieron la casa, los dueños la tumbaron y construyeron otra
según sus gustos y necesidades, y cosa curiosa ahora trabajo en la Universidad Rómulo Gallegos, apenas a unos metros de donde
estaba el patio de mi casa…Definitivamente sí, el mundo gira y digo que
nosotros giramos y cambiamos junto con la familia, los amigos y con todos los
seres inanimados y animados…