Pedro 5
¿Quién nos podrá dañar, si seguimos el
bien?
Pero si padecemos por obrar el bien,
somos dichosos. No tengamos ningún temor
ni nos turbemos, sino santifiquemos a Cristo, el Señor, en nuestro corazón.
Y estemos siempre preparados para responder con mansedumbre y respeto al que
nos pregunte razón de la fe que hay en nosotros.
Tengamos buena conciencia, para que se
avergüencen los que hablan mal de nuestra conducta en Cristo. Porque es mejor
que padezcamos haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere…