Soy tu voz en el
viento
El viento llega,
pasa,
besa mis mejillas
y las de María;
me llega una idea,
la dono al viento…
En tiempos de
estudiante,
allá en Mérida de
montaña
donde riela la brisa
brisando,
en una mañana finales
de los setenta,
llegó sobre grandes
zapatones
a la Facultad de
Humanidades,
a la Escuela de
Letras,
el Maestro
margariteño,
venezolano y mundial,
Prieto Figueroa, Luis
Beltrán,
llegaba con un libro
en la mano
y con tantos sueños
en el alma,
fue recibido, se
sentó
y nos sentamos a
escucharlo,
a escuchar de sus
labios
la lectura de algunas
poesías
de su poemario
Mural de mi ciudad…,
mil novecientos
setenta y cinco,
y comenzó la lectura
Mural de mi ciudad
Invocación al canto…
Llego a ti, solar de mis afectos
a beber en tu corta geografía
celeste claridad de custodia…
Y siguió la lectura
y se atrevió a decir
Yo escribí este poemario
solo para cantar a mi pueblo
donde nací
y ahora dicen los críticos
cosas que yo no sabía
que las sabía
y que las había escrito…
Ahora ojeo y hojeo
el libro con el
título
Soy tu voz en el viento…,
Poesía reunida,
de Luis Beltrán
Prieto Figueroa,
dos mil dieciocho,
regalo que me entrega
la siempre joven
Ledys Lima,
con letras a mí
dedicadas,
de parte de ella,
diría que son letras excesivas,
mas no, porque sé que
son sinceras…
En este momento
continuo,
Ledys, te digo
Soy tu voz en el viento…,
para cantar tus
afanes
de anteriores lejuras
y para decirte
en este presente
vas y vamos siempre adelante,
por este país de
hermanos,
por este llano de
mansos y orejanos,
por este Guárico de
anchuras,
de montañas y de
llanuras,
por esta Villa de
Todos los Santos
de citadinos y de
montunos,
de misioneros y de
mastrantos,
por esta Universidad
de llanos,
por sobre la barbarie
el buen fundamento,
como soñara Don
Rómulo Gallegos…
Gracias a Dios
por habernos reunido
para señalar con
tesón,
mientras haya
sinceridad y ternura,
siempre habrá un
lucero que madruga,
para alzar la frente
delante de la gente
y por sobre los
inconvenientes,
adelante, siempre
adelante,
mientras la llanura
nos dé aliento,
Soy tu voz en el viento…
Texto y foto de Adelfo Morillo
Editado por María Ríos