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lunes, 22 de julio de 2013

El recuerdo de la chica que tanto me gustaba


El recuerdo de la chica que tanto me gustaba

     Si dejamos en absoluto olvido a gentes y cosas, les damos muerte definitiva; entonces démosle olvido absoluto a la envidia, mezquindad, egoísmo, avaricia, ambición, violación, al robo y al crimen…
     Nos pasa que olvidamos a amigos y hasta a familiares, y cuando nos encontramos con ellos, nos preguntan por qué los olvidamos, pero ese es un olvido temporal, porque por momentos los recordamos... Si andamos en amor, solo dejamos en absoluto olvido el mal, pero tenemos presente en todo momento la bondad…
     Ayer miré a una amiga de primaria, nos saludamos y rememoramos la primera vez, cuando fuimos a la Biblioteca, estudiábamos cuarto grado, nos llevó hasta ese sitio la maestra Alina, y ella conversaba con la maestra Ermila de sexto grado, y decidieron ese día de inauguración darle por nombre Biblioteca Cecilio Acosta, la maestra Ermila dijo que Cecilio Acosta había sido un insigne humanista y de una ética a toda prueba, y también dijo que fue poeta y amante fiel de la madre, y que en su honor escribió la poesía La Casita Blanca… Después nos sentamos frente a revistas y libros, la maestra Ermila nos mostró la revista Tricolor y nos invitó a la lectura permanente, también tomó la novela Doña Bárbara y dijo que su autor era Rómulo Gallegos, un venezolano ejemplar como maestro, político y que incluso fue electo Presidente de la República…Mi amiga y yo nos sorprendimos de que todavía recordáramos con tal nitidez tantas cosas, y yo le dije que a la gente de bien y las cosas buenas no se olvidan… Nos despedimos y nos dijimos que en adelante no íbamos a perder el contacto, y para ello nos dimos los números de los teléfonos celulares… Después me dije que son tantas las cosas que no olvido de mi escuela primaria, como cuando almorzaba en el comedor, o en los recesos ayudaba a vender en la cantina, y por ello me ganaba mi merienda,  ni aquella rifa en que me gané el primer lugar, y el premio fue un Pequeño Diccionario Enciclopédico Ilustrado Larousse, y también como aún siguen en mi memoria los ojos claros de la chica que tanto me gustaba…