Mostrando entradas con la etiqueta Tomás Morillo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tomás Morillo. Mostrar todas las entradas

lunes, 28 de enero de 2013


Tomás Morillo

     Era mi abuelo materno, me crió junto a mi abuela, Catalina Morillo; yo los llamaba papá y mamá… Él nació en La Tigra, a finales del siglo 19, nos contaba que él desde niño fue creciendo y aprendiendo los oficios de cazar, pescar, sembrar, cosechar, pero igual fue aprendiendo otras tantas labores urgido por la necesidad, o por su propio interés para aprenderlas y desempeñarlas… Yo recuerdo que él trabajaba carpintería, albañilería, realizaba oficios de ribera (hacer canoas, bongos, falcas, reparar chalanas), también hacía trompos y zarandas, curaba tabaco, con machete y hacha tumbaba rozas, navegaba en curiara, tuvo trapiche y quesera, ordeñaba, castraba matajeyes y colmenas, y además de estas faenas aprendió a tocar arpa… No lo olvido, porque cuando yo era muchacho, él iba conmigo al monte a buscar madera para horcones, canoas, o para hacerme los trompos, me enseñó a bailarlos y a tomarlos bailando en la mano, también quiso que yo aprendiera a tocar arpa, pero no logré aprender, me contaba tantos cuentos, me llevaba para todas partes a visitar familiares o sus conocidos, andábamos a pie o en canoa, cuando navegábamos el Apure, él canaleteaba y yo palanqueaba, algunas veces salíamos de mañanita a tumbar rozas y llevábamos de bastimento frutas o pan, catalina y queso blanco de cincho, anduvimos en chalana cargada de ganado, patillas, tortugas, víveres o de algodón… Cuando caminábamos o andábamos embarcados me contó no sé cuántos cuentos, y siempre concluía cada cuento reafirmándome la idea de que las personas pueden nacer y vivir pobres, pero que sobre todo se debe ser honrado… Él se fue físicamente de nuestro lado, y vivo haciendo todo lo que sé con honradez, por mí y por todos los recuerdos que de él perduran conmigo…