Hernán
Díaz
In memoriam
En un verso de uno de los rubais escritos por el poeta persa Omar
Kheyyam leemos...vine como el viento, me
iré como el agua…
Abro
esta ventana, ojo al viento, para remontar hasta finales de los años
sesenta y comienzo de los setenta, eran tiempos de escuchar a Sandro, entre
tantos otros cantantes, y ahora recuerdo a Hernán en el liceo Humboldt, cuando tocaba la guitarra y
cantaba canciones de Sandro; me gradué de bachiller y me fui a estudiar a
Mérida, y años después una mañana me encuentro en los pasillos de la Facultad
de Humanidades con Hernán, terminaba de inscribirse para estudiar Historia, y
con el paso del tiempo me gradué en Letras, y más tarde Hernán se graduó en
Historia, y su esposa María se graduó en Letras…
Allá en La Parroquia compartimos en casa
de Mauro y Juanita, junto con sus hermanos Pancho, Orlando y la esposa Morelba;
hasta se dio la circunstancia de que una vez estuvieron sus padres y también su
hermano José Luis; era mediados de los setenta, cuando Mérida aun lucía
nevadas, neblinas, brisandos y lluvias, y nosotros, vegueros, cómo
disfrutábamos de tal ambiente que ahora traigo a la memoria…
Este ojo al viento me lleva hasta una mañana
de enero de mil novecientos ochenta y ocho, cuando regresé a nuestra Villa de
Todos los Santos de Calabozo, y al sitio primero a donde me dirigí, fue al
Colegio Salustiano Crespo, y me
consigo con la grata sorpresa de que ahí está Hernán, y le hablo de mi decisión
de haber vuelto a mi pueblo, y si tenía alguna asignatura vacante, que yo
pudiera dictar, y me dice Llegaste justo
a tiempo, los alumnos de la sección de quinto año de Humanidades no tienen
profesor de Francés ni de Latín, mañana mismo comienzas, ya te voy a dar el
horario…
A Hernán lo conocí estudiando y luego
dedicado a su labor vocacional en Educación, ahora se nos ha ido, mas nos lo
vamos a seguir encontrando en acordes de guitarra, y en su voz de sentimientos cargados de amor…
Y volvemos al verso del poeta …vine como el viento, me iré como el agua...