Pedro 2
Si nos hemos purificado mediante la
obediencia a la verdad, que lleva a un verdadero amor fraternal, en que nos
amamos los unos a los otros entrañablemente, de corazón puro; pues si hemos
nacido de nuevo, no de semilla corruptible, sino de semilla incorruptible, por
medio de la Palabra de Dios, que vive y
permanece para siempre…, porque toda carne es como la hierba, toda gloria
del hombre como la flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae, pero
la Palabra del Señor permanece para
siempre…