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jueves, 22 de diciembre de 2016

Seminario: Prácticas sociales de la lectura y de la escritura II

Seminario: Prácticas sociales de la lectura y de la escritura    II

       En esta segunda jornada comenzamos por hacer un recuento de lo tratado en la jornada inicial, y continuamos con la referencia a las páginas escritas y publicadas en calabozotierradedios.blogspot.com…, y nos ocupamos de estas páginas impresas que llevó al aula Yelitza Maestre, ya que parte de las mismas fue leída por ella, y escuchamos, y luego discutimos criterios, agregamos puntos de vista, planteamos dudas que fueron aclaradas con expilicaciones pertinentes a viva voz y con ayuda de la pizarra.
       Seguidamente María Cordero nos dijo Busqué en Internet acerca de la lectura y de la escritura, y de ahí extraje e imprimí solo las páginas que consideré ajustadas a mi forma de concebir y de aplicar mi didáctica en el aula, y de la página El Curriculum…, escrito por el argentino Horacio Sanguinetti, tomé el aspecto específico de título Dar sentido a la lectura y a la escritura…
       María leyó lento y pausado, escuchamos, y luego nos ocupamos de retomar algunos criterios tratados por el autor, y uno de ellos es que debemos ubicarnos en cada forma de lectura, y entre las varias formas de lectura por él señaladas, nosotros decimos que de entre esas lecturas, la lectura lenta y pausada es la que se adecua a cada aprendizaje, y en nuestro caso específico para el aprendizaje de la lengua castellana, y hacemos lenta y con pausa la lectura, porque debemos ir fijando bien cada palabra y cada idea, y esto conlleva a detenernos para buscar en diccionarios o enciclopedias, y de ser posible acudimos al recurso de Internet,  para aclarar y fijar los significados precisos de alguna palabra o de cualquiera referencia al amplísimo universo del conocimiento, y aun más si el autor plantea ideas que podemos contrastar o ampliar; y cuando hacemos tal ejercicio nos valemos de la escritura, para ampliar o damos otros o nuevos sentidos siempre pertinentes a estas dos prácticas cotidianas de la lectura y de la escritura en el ambiente escolar, de aula y en los demás escenarios en que nos toca convivir.
       Después Miraida Silva nos comunicó Consulté en Internet, y de ahí imprimí unas páginas del título Estrategias de aprendizaje de la lectura y de la escritura, en donde se plantea ideas acerca de cómo poner en práctica en el aula el efectivo aprendizaje de la escritura y de la lectura; dice el autor que el docente debe ser muy cuidadoso al momento de empezar a iniciar a los alumnos en estas dos prácticas de aprendizaje, por cuanto cada aprendiz tiene sus propios tiempos y ritmos de aprendizaje, hay los alumnos que son muy rápidos para apropiarse de estos dos aprendizajes, hay otros un poco más tardos, y hay otros que ameritan de más dedicación y de más tiempo para poder lograr el aprendizaje de la escritura y de la lectura.
      Mientras Miraida leía y comentaba, escuchamos, y elegimos algunos aspectos para comentarlos y reforzarlos, específicamente en los métodos, y aquí llegamos al consenso de que ningún método usado con respecto al aprendizaje de la escritura y de la lectura debe ser rechazado, siempre y cuando se llegue a cumplir con el objetivo de que cada alumno llegue a escribir y a leer, y aun expresamos la idea de que cada uno de nosotros, docentes podemos ensayar métodos propios en el aprendizaje de la escritura y de la lectura, porque debemos aceptar que no solo somos seguidores de tantos métodos, sino que también nosotros podemos contribuir a ampliar con nuestros métodos esta compleja tarea de llevar adelante de forma efectiva y amable el aprendizaje por parte de los alumnos de las competencias ilimitadas y maravillosas de la escritura y de la lectura.
       A continuación Delia Carreño intervino y expresó Visité el blog del profesor Adelfo y de ahí imprimí Seminario: Prácticas sociales de lectura y de escritura  I…, y asimismo imprimí unas poesías también del profesor Adelfo; y del libro El cardenalito de Sexto Grado voy a comentar la página Leer y escribir…, donde se habla de la importancia que cada día tiene el saber leer y escribir, porque la lectura es un mundo muy amplio, que va desde un anuncio escrito muy breve hasta una obra literaria o científica; y en cuanto a la escritura es tan valiosa cada día más por tantos medios que existen y los que van surgiendo, desde la simple hoja de papel, pasando por los mensajes de texto en los diversos artilugios tecnológicos, y qué decir de los escritores que se dedican a este oficio tan vasto e ilimitado.
       Escuchamos lo leído, comentado y ampliado por Delia, y aquí fui enfático con los once participantes de este Programa de Formación en Lengua castellana, recordé que hace un año les dije que ellos pueden y deben crear un blog, que no olviden su condición docente, y por tanto ellos son capaces de poder escribir y expresar distintos criterios en el mundo de la educación y de los tantos escenarios científicos y culturales en los que nos hayamos inmersos no como pasivos espectadores, sino que como docentes son protagonistas.
       Y en el cierre de esta segunda jornada de Seminario, Nilda Aguirre, me hizo entrega de tres páginas por ella manuscritas, con el título Mal hábito

       Cuando hablamos de prácticas sociales de lectura y de escritura, no estamos hablando más que de practicar la lecto-escritura en cualquier contexto o entorno social, pues la lectura y la escritura hacen parte fundamental de nuestra vida cotidiana, si no pregúntese si puede pasar un día sin leer o escribir…, seguro se responderá que sí, porque va a asociar o a asimilar la respuesta con tomar un libro o con tomar un lápiz. Pero no es así, la única forma de que esto ocurra es que se viva en una cueva (y esto lo dejamos en la prehistoria), mas en esta sociedad cambiante, con la tecnología existente a nuestro alcance, sobre todo con el medio de comunicación el celular, estamos en una constante práctica de lectura y de escritura.
       Relativamente, sí es cierto que vemos comúnmente el ir y venir de letras, palabras, expresiones; mas es aquí donde comienza el famoso pero, muy usado cuando algo no está del todo bien hecho, que nos lleva a cuestionar que algo no se está haciendo bien, ya que por premura, tantas veces escribimos palabras mochas, coloquialmente hablando, empleamos abreviaturas o emóticos, y con ello nos alejamos a cada instante de la verdadera forma correcta de escribir, y hay el dicho como escribes, lees
       En tal sentido, Karina Galperin, Profesora de Literatura de la Carrera de Historia de la Universidad Torcuato Di Tella destaca Estamos en una época donde se escribe más que en ninguna otra… Y esta práctica social se da abundantemente fuera de las instituciones, es decir, fuera de las ninstancias de corrección, lo cual conlleva a minimizar el correcto lenguaje escrito. Es importante resaltar que esta manera de escribir no solo la vemos en las redes sociales, a través de la tecnología (celulares, twitter, facebook, entre otros); lo que sí es lamentable es ver  deficientes escrituras dentro de las prácticas pedagógicas, y esto lo observamos cuando se revisa evaluaciones como trabajos, cuadernos y otras producciones escritas, y nos encontramos de cómo los alumnos utilizan cualquier cantidad de errores de ortografía, suprimen gran parte de las letras, por lo que convierten estas incorrectas maneras de escribir en un mal hábito. Y así volvemos al tema inicial para preguntar si se están dando parámetros de lectura y de escritura, generalmente, evidenciamos que no, por qué, porque cuando se aprende a leer bien y se ejercita la buena escritura, estas dos prácticas no menguan ni se deforman independientemente del entorno o contexto social donde la persona se encuentre, ya que en ningún momento olvidará la justa y adecuada forma de escribir y de leer, y esto seguramente se ha logrado con acertadas prácticas de lecturas orales para sí mismo o para alguien más, con productos diarios de buena escritura, y tantas y diversas otras prácticas sociales de lectura y de escritura, y cada una de tales praxis deben ser reforzadas con la constancia rutinaria y cotidiana que cada quien invierta en tiempo para un buen aprendizaje de la lectura y de la escritura.  

 Adelfo Morillo