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miércoles, 20 de noviembre de 2019

Actividad artística de Eulalio Toledo Tovar en su tiempo histórico



         
Actividad artística de Eulalio Toledo Tovar en su tiempo histórico
José Manuel Aquino

      La acción del hombre es fundamental para lograr sus objetivos propuestos en distintas actividades realizadas a través del tiempo, conjugando los elementos materiales e intelectuales para dar respuesta a una necesidad del ser. Estas consideraciones son necesarias para comprender tanto de manera individual o   colectiva a los seres humanos. En este sentido, las artes plásticas están orientadas a conjugar la imaginación o visión de la realidad del creador, en este caso del artista que en tantos de los casos es el protagonista, y de tal manera irá enfocando su óptica con el empleo de distintos elementos físicos mediante distintas técnicas en la búsqueda de la belleza.
     En consecuencia, el artista trata de expresar una realidad tomando unos criterios bien definidos en una obra de arte, la cual se analizará   dentro de una caracterización generalizadora que tendrá por nombre corriente o tendencia artística que en muchos casos el autor va enfocando su particularidad para observar esa realidad que quiere trasmitir en un momento dado a partir de los constantes cambios. Por tanto, estudiaremos el trabajo de un maestro de las artes plásticas, su dimensión y trascendencia desde una visión global a partir de su trayectoria profesional en su tiempo histórico, y en este caso de la actividad artística del pintor y escultor guariqueño Eulalio Toledo Tovar.
    Este destacado artista nace en El Sombrero, Estado Guárico, en 1914, año cuando se inicia la Primera Guerra Mundial, en momentos en que Austria-Hungría le declara la guerra a Serbia por el asesinato de Archiduque Francisco Fernando y de su esposa en Sarajevo. Como consecuencia del enfrentamiento bélico, disminuye la actividad comercial en todos los órdenes de la urbe; en este mismo tiempo histórico el general Juan Vicente Gómez en Venezuela consolida su poder con una nueva constitución y a su vez aumenta el control de la actividad ganadera con la compra de grandes latifundios, el comercio y la actividad industrial de este ramo tanto para sus familiares como funcionarios de confianza; por tanto, la actividad política, social y económica de la población va a repercutir en la vida de los pobladores: escasez de productos importados, reacomodo de la actividad comercial, descapitalización de los comerciantes no afectos al gobierno de Gómez, mientras se consolidan los empresarios afines al gobernante, en lo político el alzamiento de Emilio Arévalo Cedeño que transita por diversas localidades del país en abierta rebelión.
    En lo que respecta a las artes plásticas, cuando Eulalio nace estaba comenzando el auge y consolidación de una asociación artística principalmente de pintores pertenecientes al denominado Círculo de Bellas Artes que se había fundado en 1912 por los estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Caracas, para  combatir los métodos de orientación académica que impartían sus maestros, lo cual permitió un cambio en la pintura venezolana en la segunda década del siglo XX, no solamente en cuanto a técnica  sino también en la temática.  
    Eulalio, hijo de Gregorio Toledo y de Paula Tovar, realiza sus estudios de primaria en la ya mencionada localidad guariqueña de El Sombrero, cuando viaja a Caracas le acompañan sus hermanos Benigna y José. En la década de los años 30 comienza sus estudios de artes y de pedagogía en la Escuela de Artes Aplicadas, donde demostró, según sus biógrafos, en esta primera etapa un academicismo  por el apego  estricto a  las normas y técnicas trabajadas en los talleres de formación docente. Su talento sobresale con la utilización de colores fríos y  cálidos  con una caracterización determinada en su aplicación en través paisajes y escenas de la vida rural (Weidner, 2013). Estos trabajos son expuestos en distintas exposiciones  en Caracas, con tanto éxito que también  los presenta   en Nueva York en el año 1939, donde recibe diploma de reconocimiento por la calidad de los mismos.
    En este mismo sentido, la década siguiente va a ser de gran significación para este gran maestro que sigue realizando exposiciones de su calidad artística, combinándola con la actividad docente en el Instituto Pedagógico de Caracas y en otros centros educativos capitalinos hasta el año 1945. Los cambios políticos ocurridos en el país a la llegada del poder de la Junta Revolucionaria de Gobierno que desarrolla un plan de formación artística en el exterior para noveles artistas, Eulalio es seleccionado por el estado Guárico, siendo gobernador su coterráneo Ricardo Montilla, que le otorga una beca para cursar estudios de pintura en el Politécnico de México en el año 1946.
    En su estada de estudios en México, Eulalio entra en contacto con los máximos exponentes del movimiento artístico Realismo Social en esa nación: Diego Rivera, David Siqueiros, José Clemente Orozco, entre otros, que exponen temas referente a las condiciones políticas, económicas y sociales de esa nación a través de la pintura mural de la   cual adopta las técnicas del fresco, el óleo y el mosaico que van a ser de gran importancia en la realización de sus futuras obras de arte, una vez que regresa al país en 1948; establece residencia en Valencia, Estado Carabobo, cuando esta ciudad comienza a dar sus pasos para convertirse en una  de las ciudades más importantes de la nación por su acelerado proceso de industrialización, bajo un modelo desarrollista en esos tiempos. Desde esa época desarrolla una amplia y larga actividad artística y docente tanto en la Escuela Arturo Michelena, de la que fue cofundador y en el Liceo Pedro Gual.
    Desde esta perspectiva, es necesario realizar una consideración especial de la obra muralista de este artista por su caracterización y estilo en la pintura latinoamericana dentro de la corriente realista social. Mientras los más destacados exponentes del realismo social mexicano resaltaron su influencia notoria de la revolución de 1917, destinada a socializar el arte en reacción a la pintura tradicional  destacando los temas de  las injusticias sociales a través del tiempo; además de reivindicar también las masas populares, campesinos y obreros desde una orientación ideológica definida, mediante la utilización de nuevos materiales en distintos espacios gubernamentales. De la misma manera prominentes pintores venezolanos utilizaron este estilo como: Gabriel Bracho, César Rengifo y Pedro León Castro y también realizaron la misma temática como hace referencia Alfredo Boulton, citado por Noriega (1989).
   
     En cambio los murales de Toledo Tovar representan otra temática realista social mediante  las aspiraciones del colectivo en busca de un bienestar a través de la monumentalidad de sus obras realizadas tanto en Caracas como en Valencia, donde desarrolló mayormente  su actividad artística. Una obra que merece ser señalada por su importancia tanto temática y técnica, la elaborada en la antigua sede de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo en el año 1962, donde muestra el cuerpo de una maja desnuda, con sus brazos abiertos y llevando en una mano un texto que simboliza el conocimiento y en la otra una balanza que representa la justicia y la equidad. De igual manera, realizó en  el Instituto Pérez Celis de Valencia, en el año 1957, ubicada entre la calle Páez con Montes de Oca, dos obras: una que representa la actividad académica universitaria a través del desarrollo de la clase de un  galeno con sus  alumnos  en la rama de la medicina y otra una comparación de la medicina ancestral con la medicina actual. Además de estas obras se pueden destacar otras de este estilo en el liceo Pedro Gual (1951), donde ejerció la docencia y en el Hospital Central de Valencia (1978), entre otras.
    En cuanto al trabajo en el lienzo se destacó notablemente con su técnica y temática paisajista, de la cual realizó gran cantidad de exposiciones que le permitieron obtener distinciones por sus temas nativistas, fue premiada en el IX y XV Salón Arturo Michelena por las obras Frutos del país en 1951 y Campesinos leyendo en 1957. De la misma manera, sus obras han sido objeto de estudio, como el realizado en el año 2011, en la Galería de Arte Nacional por la  licenciada en Arte y especialista en Museos, Carolina Balza, por la calidad de sus obras. Además incursionó con gran éxito en la escultura con trabajos hechos en bronce y tallas en piedra de las cuales demostró dominio en el arte de modelar diferentes figuras. De la misma manera, se destacó por realizar investigaciones  en el ámbito artístico publicando Semblanza del pintor Arturo Michelena en 1963 y posteriormente realizó un estudio de la actividad artística del pintor Herrera Toro. Asimismo, trabajó en la restauración de los murales históricos de la Casa Páez en Valencia, en 1976, siendo premiado por dicha labor.
    Dentro de este marco, ejerció también la docencia en las instituciones: Pedro Gual y Martín J. Sanabria de la ciudad de Valencia  desde el año 1948 hasta 1980; destacando no solo por su dominio en la asignatura Historia del Arte sino también en la utilización de estrategias didácticas para la comprensión del hecho artístico a través del tiempo, tal como lo señala uno de sus alumnos en los años 60, Napoleón Franceschi (2013). Al mismo tiempo, impartió clases de pintura a futuros artistas plásticos como es el caso del falconiano, Phael Díaz, que en su perfil lo nombra como su profesor de Pintura Artística (Díaz).
    Por último, destacamos la vinculación de este destacado artista con su pueblo natal, El Sombrero, Estado Guárico, que desde muy joven se residenció en Caracas a continuar sus estudios, pero siempre estuvo vinculado con el lugar donde nació. Publicó en el año 1976 una obra del prócer de la Independencia Coronel Julián Mellado: Héroe lancero de la Independencia, publicada por la Gobernación del estado Carabobo, en el cual recoge la vida y trayectoria militar de este personaje coterráneo, también donó a la Alcaldía del Municipio Mellado un cuadro con la imagen de este patriota con la técnica efecto lluvia que empezó a emplear con gran destreza por los años 70.
     La trayectoria a su actividad artística e intelectual a través del tiempo ha sido muy bien valorada, una institución educativa lleva su nombre en Tocuyito, Municipio Libertador del estado Carabobo. Del mismo modo, todavía se realizan exposiciones de sus cuadros con el fin de que las nuevas generaciones conozcan sus técnicas y temática; al igual que su obra muralista está esparcida por toda la ciudad de Valencia, símbolo de una integración de las artes con la actividad empresarial, en esta una de las ciudades más importantes del país. Este artista, Eulalio Toledo Tovar, supo cumplir con su momento histórico con su trabajo, cuando la capital del Cabriales, Valencia, se preparaba para afrontar los retos del proceso de sustitución de importaciones, para convertirse en una referencia industrial en Latinoamérica.