Poesía, poeta
La poesía se da en cualquier lugar o
momento… El poeta se encuentra en la ciudad o en el campo… El poeta canta
dolores y amores… La poesía se enreda en matorrales o en cabelleras de mujer
hermosa… El poeta la desenreda con palabras sutiles… El poeta vuelca la poesía
en cosas minúsculas o en grandes conmociones… Y así el poeta canta el vuelo de
las libélulas o el estampido de las cataratas… La poesía es una noche de luna o
una noche cerrada sin luna y sin estrellas, se cuela con el agua entre las piedras,
vuela en los acordes de la música que nos gusta… El poeta hombre o la poeta
mujer sufre con tantos dolores injustos en el mundo, se identifica con cada
reclamo porque seamos mejores seres humanos. Y entonces la poesía resplandece
sobre lo más alto de la montaña, o sobre lo más liso de la sabana… Yo intento
cantar, no sé cantar, yo busco cantar poesía, no soy poeta; no llego a adivinar
lo que está más allá del presente segundo, no alcanzo a despertar a tantos que
siguen dormidos en este mundo que se nos desmorona; sé que hay gente muriendo
de hambre en tantas partes del mundo; hay tanta violencia de hombres a mujeres,
de hombres a niños, de mujeres a hombres, de hombres a hombres, de mujeres a
mujeres, de niños a niños, de niñas a niñas, de niños o jóvenes a ancianos, de
ancianos a ancianos, de ricos a pobres, de ricos a ricos, de pobres a pobres; y
el poeta sufre o goza, sufre tantas verdades, goza tantas verdades; el poeta
hombre, la poeta mujer,
no hay diferencia,
solo canta el dolor o el amor; yo ando tras el amor, en la hoja que brilla o
cae, en el pájaro que vuela o se posa, en los padres que abrazan a los hijos,
en las madres que acurrucan a los hijos, yo ando tras el amor de las
luciérnagas en la noche, tras el amor de los lirios entre verdores…
Adelfo Morillo