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domingo, 3 de febrero de 2013

Ella me completa en cada aliento de mi vida cotidiana


Ella me completa en cada aliento de mi vida cotidiana

     Aquí en Calabozo hasta las mujeres dicen que no hay mujer fea sino mal arreglada… Y un considerable porcentaje de los hombres se embelesa por la bella apariencia física de la mujer… Ahora una cosa es que el hombre ande en pos del sexo, y otra que quiera hacer hogar con amor, del amor que pregonó y vivió Jesucristo, el amor que solo ofrece palabras y hechos de bondad… Yo estuve sin pareja un tiempo, hasta una tarde cuando se alzó una franela, y miré por primera vez a una mujer que realizaba su labor diaria, y un buen sábado me acompañó hasta San Fernando de Apure, ese día comenzamos a soltar el ovillo de nuestros buenos y lindos afectos… Desde ese entonces estamos juntos, tuvimos a Fabio y después a Airene, este ángel se nos fue a los cinco meses de nuestras vidas… Hace algunos años dejé de escribir a mano y en máquina, me cambié a escribir en computadora, escribo ponencias, poesías, reseñas, biografías, cuentos, relatos, cronografías, y en todo eso está la presencia de mi mujer, María Ríos… Uno de los significados de María en hebreo es señora, en el sentido de que ella administra el hogar y lo rige en orden, y Ríos es un sonido con música de vida alegre y cantarina…Ahora bien cuando se escribe en computadora, se debe elegir el tipo de programa y de letra, a cuantos espacios, el tamaño de la letra, si se resalta, si se encentra o si se justifica, y otras tantas cosas más propias de esta forma de tecnología; yo solo me siento a escribir, y todas esos detalles que mencioné los realiza mi mujer, María Ríos… A veces me desespero, pierdo la calma, me molesto mucho con ella, pero sé que ella no solo me completa en mis escritos, ella me completa en cada aliento de mi vida cotidiana…
     A Gabriel García Márquez le preguntó un periodista, si seguía escribiendo en máquina, y el escritor ya Nobel le respondió que dejó a un lado la máquina ante la magia de la computadora… Y a Mario Vargas Llosa le preguntó también un periodista, si escribía en computadora, y el escritor ya también Nobel le respondió que él seguía escribiendo a mano, porque el ruido que produce el lápiz sobre la hoja a él ofrece una grata sensación… Y yo, guardando y respetando las distancias, digo que escribo en la magia de la computadora, pero solo con la ayuda imprescindible de mi amada mujer…