Somos seres sensitivos 3
En este mundo actual cada vez más nos
dejamos arrastrar por la prisa, y esta prisa nos lleva a decir que no nos
alcanza el tiempo, y por ello no llamamos, no escribimos, no visitamos
familiares, amigos ni vecinos; si nos detuviéramos a pensar, y llegáramos a la
idea de preguntarnos ¿y si muriéramos en los próximos cinco minutos?, si esta
idea la tuviéramos presente en cada momento, cuando alegamos que no tenemos
tiempo, seguramente buscaríamos darnos mejores y más bonitos momentos, para
comunicarnos, para escribir y para visitar y compartir con familiares, amigos y
vecinos; y hoy en día la tecnología nos brinda más oportunidades para
interactuar con la gente; en los entornos familiares, la madre debe invertir
tiempo con los hijos y demás seres amados, el padre igual debe ocupar tiempo en
tales cosas, los amigos para abonar mejores lazos de amistad, y los vecinos
para afianzar buena convivencia cotidiana; de tal forma que como seres
sensitivos, entonces nuestro discurso y nuestros actos van a ser contrarios a esa
idea de que la prisa de los momentos actuales no nos permite tener tiempo, y
por tanto comunicaremos y haremos cada día aquellas cosas que nos llevan a
ocupar, a invertir y a tener tiempo, para compartir un helado, para sembrar una
planta, para ofrecer una flor, para regalar palabras amables y sonrisas…
Hay tanta gente creyente
solo del dinero, mas a tal idea, decimos que, para llevar una vida de plenitud
espiritual, el dinero solo es necesario en justa medida, porque con dinero se puede comprar casi todo, mas no
la honradez personal ni la de los demás; papá me contaba la anécdota, desde mis
primeros años de edad, cuando andaba con él a pie o en curiara por el río
Apure, y me la contó tantas veces Pedro
Carujo le dijo al Dr. José María Vargas… Dr. el mundo es de los
valientes…, y el Dr. Vargas le responde No, el mundo es del hombre justo y honrado…; y en la sociedad afectiva de hombre y mujer, felices estos, si tal
unión de acompañamiento la hacen sobre bases de amor y de honradez; si andamos
la vida cotidiana con claridad de honradez y de amor, siempre vamos a tener
momentos para enriquecer nuestro espíritu, porque este mundo nos regala belleza
y solo si nos damos tiempo, nos daremos cuenta de la lluvia que a veces se
vuelve trágica; mas tantas otras veces es lluviecita benigna, que la podemos
contemplar, mirando cómo cae en sonrisas; si nos damos tiempo podemos conversar,
escuchar música y sonidos, y también para regalarnos momentos de quietud y
silencio…
La poesía
se presenta ante nosotros de forma sencilla, en el pájaro que vuela o se posa,
en la brisa que nos besa las mejillas, en los hijos que se acurrucan en nuestro
regazo, y esta poesía cotidiana la apreciamos, solo si nos damos tiempo; cierta
mañana miré estrellas sobre el pasto impregnado de rocío, de eso hace años,
estudiaba en la Universidad de Los Andes,
en Mérida, y tal momento me lo señaló mi amiga, Mariela, compañera de estudios
de lengua griega antigua y de latín; si nos damos tiempo, andamos por la vida,
para sumar tesoros de espíritu y de amor, y, por tanto, sabemos que todo lo
material lo hemos de tener en su justa medida, para satisfacer cada necesidad;
si nos regalamos tiempo, cantamos con espíritu de las aves y de las flores y de
toda manifestación de belleza y solo así siempre podremos asombrarnos y
apreciar cada forma de amor… Hasta aquí estos pensamientos y sentimientos, para
ustedes que siguen y leen este espacio entre redes…
Adelfo Morillo