En El Picacho 19
Mi papá buscaba bejucos flexibles, los
cortaba y con un pedazo de nailon lo curvaba en forma de arco y así construía
una marimba o monocordio, y de esa sola cuerda dejaba salir ritmos monótonos y
armónicos; y tomaba algún tallo de hoja de lechoso y lo cortaba por ambos
extremos, le hacía un corte en la parte superior y cortaba del mismo tallo una
cuñita, que colocaba debajo del corte, y de esa especie de flauta lechoseril
dejaba salir acordes melódicos; también me enseñó a hacer gurrufíos, tomaba chapas
de refrescos, las aplastaba con el martillo, le hacía dos agujeritos, por donde
dejaba pasar una cabuya, y giraba y zumbaba el gurrufío, y zumbaba y giraba, y
hasta cortaba cabuyas, y si uno se descuidaba, nos podía cortar el gurrufío;
mis hermanos Greta, Wistrimiro, Ciriaiza y Wilfredo, que vivían en la calle
Muñoz de San Fernando de Apure, con nuestra mamá Cecilia Filomena y con Ramón
Ceballos, el padre de ellos, hacían los gurrufío con botones, que agarraban a
escondidas de nuestra mamá,, que era modista y tenía un amplio surtido de cosas
de modistería y de costurería en el mismo sitio, donde tomaba medidas a las
clientas, que se medían ahí los vestidos, y también donde mi mamá trazaba,
medía, cortaba, fumaba, pensaba, creaba, escuchaba canciones en la radio y
cantaba…
No puedo enumerar el sinfín de cosas que
vivíamos cada día en nuestra casa de El Picacho, y yo me divertía, reía
bastante, jugaba y soñaba, tiraba piedras sobre las aguas del río, buscaba
lajas, piedritas planitas que cuando las lanzaba, se desplazaban raudas por
buen trecho sobre las aguas del río, miraba las garzas y cotúas hundiendo el
pico y al momento lo sacaban con un pez atravesado, le iban dando vuelta hasta
que lo tragaban completo; y pasaban agua arriba y agua abajo canoas, bongos,
fuera de bordas, voladoras y chalanas, y miraba cómo el río iba creciendo y
cómo iba disminuyendo su caudal, algunas cosas ya no se ven, pero todavía
quedan muchas otras que se tiñen de colores y sentires que son de la tierra y
que permanecen en ella, como la espuma, los caribes y las boras en las aguas
cobrizas del Apure…