Junto a los seres que
amamos y que nos aman
Mi amiga sigue orientando caminos de amor
en Mérida, desde aquí en Calabozo no olvido las distintas fragancias de su
casa, donde trabaja en el Taller San Francisco de Asís, y ahí ella descifra
Florecillas de Asís… En nuestros tiempos de estudiantes me regalé con la
cercanía de su fragancia, y después de algunos años escribo sintiendo todavía
la dulzura de su perfume…
Felices los jóvenes que andan con caminos
claros de amor, yo estuve en mis tiempos juveniles sumido en la confusión entre
el idealismo y el ateísmo, y Dios me hizo mirar en mi tiempo las delicias del
amor, y ahora con todas mis equivocaciones busco no apartarme en ningún momento
del camino del amor, es difícil pero no imposible, ando reconociendo la
envidia, mezquindad, egoísmo, odio y mentira para no andar en ellos…
Todavía me pregunto que sería de nuestras
vidas, si mi amiga y yo hubiéramos sido parejas, no me atrevo a imaginar nada,
pero sí sé que mis hijos y logros son mi mejor realidad; cómo disfruto cada
momento con cada uno de mis hijos, si es con los varones, conversamos y
compartimos, y si es con las hembras, conversamos y compartimos, pero algunas cosas
son diferentes en cada caso, y aquí parafraseo una canción, para decir que mis
hijos son iguales, pero distintos entre sí, y lo que sí es igual es la alegría
que siento, cuando estoy compartiendo momentos con ellos o ellas, y más aún si
estamos reunidos todos, varones y hembras…
Si miramos, y hacemos inventario, solo
importa y nos llena el cúmulo de momentos gratos que hemos ido sumando junto a
los seres que amamos y que nos aman, acudimos a los bellos recuerdos de
situaciones amables y amistosas matizadas de permanentes aromas de felicidad…