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sábado, 6 de febrero de 2016

Realidad


Realidad

       En estos días, le pregunté a unas jóvenes, una de 17 años y la otra de 20, que me dijeran una palabra para significar el término realidad; la primera chica me dijo vergüenza, y la segunda las cosas de la vida. Ahora bien, si investigamos un poco en el Diccionario de la Real Academia Española, ahí se determina que la palabra realidad viene del latín realitas y significa cualidad relativa a la cosa verdadera o real, razón por la cual las dos jóvenes tienen positividad en los criterios expresados.
       Pero, vamos a salir de las terminaciones estudiadas y usemos un significado común como universidad de la vida, porque todo lo que vamos viviendo, desde cuando nacemos hasta que morimos es en esencia humana nuestra realidad. Quizás para algunos sea muy compleja, pues no todos los seres humanos ven la realidad de la vida tal cual como es…
       Realidad, realidad de la vida, realidad del día a día, donce vemos mentiras, odio, desilusión, falsedad, antivalores, descontrol, mediocridad, degradación, perversidad, intriga, envidia, perjuicio, prejuicio, y solo en algunos casos la naturaleza del amor, amor por lo que hacemos, amor por vivir y amor por el prójimo…
      He de señalar que no soy muy lectora de sucesos, no porque le huya a la realidad cotidiana del hoy día, sino por la gran tristeza que me embarga al ver la cruda situación de cómo perdemos cada día a nuestros jóvenes, no solo con la intolerable muerte, sino a la vez cómo se están formando psicológicamente, es inconcebible la forma de actuar y de pensar, cómo se comprende que un joven, con tan poca edad, tenga la osadía de matar, violar, descuartizar a otro ser humano… Recuerdo que, en mis tiempos de niña, estas palabras descuartizar y violación eran abominaciones, si las pronunciábamos y sin un individuo cometía estos delitos era un pecador y señalado por la sociedad; pero en la realidad actual lamentablemente escuchamos en cada esquina los hechos más crueles posibles, se han vuelto comunes, simplemente tema de conversación…
       Y esta es la realidad, señores y señoras, la realidad que estamos viviendo (recordemos lo que respondieron los jóvenes vergüenza y las cosas de la vida), y tienen razón, pues pienso que sí debemos sentir un poco de vergüenza, ya que somos nosotros como sociedad adulta los responsables de la formación tanto social como psicológica de nuestros jóvenes, no estamos haciendo el papel de padres responsables, ni de representantes obligados con la prosecución ética, social, moral y ciudadana de nuestros hijos. Se nos está escapando cada día más como agua entre entre los dedos este gran compromiso y es imprescindible retomar el control de nuestras acciones, para con ello cambiar la realidad de esta nueva generación.
       Por otro lado, no solo sería el caso de los jóvenes, son bastantes las realidades negativas que estamos viviendo, algunos dicen que son las expresiones de los últimos tiempos, según la Biblia, ¡no estoy de acuerdo con ello!, más señalo al ser humano. Otra realidad que nos afecta desafortunadamente es el caso del agua, desde cuando tengo uso de razón, escuchaba diciendo cuida el agua, cierra la llave, no desperdicies el agua; y ahora en el tiempo real, ya no sería cierra la llave, más bien abre la llave, para saber cuando la reponen… ¿Será que se cumple lo que dice la Biblia? No, no, es la irresponsabilidad de nosotros los seres humanos por depredadores, por ambiciosos, por faltos de humanidad, por no cuidar y proteger el ambiente.
       Y paremos de contar tantas realidades, que me atrevería a decir que parecen irrealidades, pues son tan sorprendentes que nos dejan boquiabiertos. Miremos la realidad de los hijos que no respetan a sus padres (falta de buenos valores), hermanos e hijos que se enamoran, parejas infieles, el odio entre familias, el consumo desmedido de alcohol, y drogas en niños, mujeres que abortan y abandonan a los niños aun vivos en basureros, nños abandonados en las calles, personas practicando tiro al blanco en perros, seres humanos comiendo de la basura, homosexualismo perverso y tantas otras realidades que mi corazón no aguanta en mencionar, me duele como madre, como persona, como ser humano tanta degradación y tanta perversidad.
       Y lo más triste  es que no hacemos nada por cambiar, nos hacemos de la vista gorda, y decimos siempre y cuando no nos afecte, ni pendiente, ¡pero no es así! Debemos luchar cada día con ese demonio  del prejuicio, del no me importa; tratar de que nuestra realidad sea diferente, porque si cambiamos la nuestra, estaremos cambiando la realidad del prójimo.
       En estas líneas quiero dejar claro para concluir que no todos los seres humanos estamos empobrecidos de corazón, y también existen personas que idenfiquiremos como árboles amor, que se desviven por hacer su existencia fructífera y a ellos debemos acercarnos, para extraer un poco de su savia, y así logremos cambiar nuestros corazones, insistiendo en crecer humanamente, para que nuestra realidad de vida, después de recorrer el camino de la existencia deje luz y no oscuridad…

Nilda Jerónima Aguirre Martínez