Andanza por nuestro
idioma 104
Fue en Valera, cuando olí por primera vez
la fragancia de la planta dama de noche, pregunté y me respondieron que esas
flores abren solo de noche, después de estar viviendo varios años en Mérida,
nos mudamos a Calabozo, y en Misión de Nuestra Señora de los Ángeles compré
casa, nos mudamos, y en la Universidad Rómulo
Gallegos una profesora compañera de trabajo me regaló dos planticas de dama
de noche, las planté en dos sitios distintos de la casa, y cada vez cuando
florecen nos brindan tan delicadas y dulces fragancias; con el paso del tiempo
le pregunté a la profesora por la planta, y me respondió que los obreros
arrumaron los escombros de construcción sobre la planta y se secó, le dije que
fuera hasta a mi casa a buscar unas, a los días fue y tiempo después le
pregunté y me dijo que estaban lindas y frondosas; mi comadre del frente me
regaló una planta que florece solo a medianoche, y así la nombro yo, planta
flor de medianoche, y es muy linda la flor, olorosa pero apenas dura cerca de
una hora…
Flor, del latín flos, floris, es una elegía que escribió Juan Antonio Pérez
Bonalde, con motivo del fallecimiento de su hija de nueve años, Flor, leamos unos de sus versos
Flor
se llamaba, Flor era ella,
Flor de
los valles en una palma,
Flor de
los cielos en una estrella,
Flor de mi vida, Flor
de mi alma…
Digo que todas las plantas son
medicinales, si las tomamos en infusiones, jarabes, pócimas o brebajes, si nos
aplicamos hojas o en forma de ungüentos, o si nos comemos los frutos, o
sencillamente por la alegría que produce mirar natura en floración…