Ves, vez
María,
¿por qué dices que me ves lindo? Si yo sé muy bien que soy feo…
Yo te veo
lindo por la forma de cómo eres…
Y en la crónica de vivencias de
ferrocarrileros El tren pasa primero,
escrita por Elena Poniatowska, leemos:
“Trinidad veía en ella a la niña que él
había cargado…, y Bárbara veía en él al hombre avejentado y golpeado por tantas
cárceles. Tío tienes canas… ¿Me ves tío,
me ves? ¿De veras me estás viendo? Tengo la impresión que esta es la primera
vez que me ves…”
Tantas historias comienzan con la fórmula
mágica Érase una vez o Había una vez…, yo la recuerdo en Mil y una noches, y en muchos otros
cuentos y relatos, pero son varios y bastantes los escritores de narraciones
que eluden esas formas, como la fábula escrita por George Orwell Rebelión en la granja, comienza… El señor Jones, propietario de la Granja Manor, cerró
por la noche los gallineros…
Como
ves, lector, vez es una forma sustantiva que puede significar momento, tiempo,
y ves es una forma verbal con sus diversas variantes temporales y personales…
Y entonces, mientras yo veo el paisaje de
una forma, tú me dices que lo ves de otra forma, y seguramente otros lo verán
cada uno en su particular visión, y así sucede en tantas otras veces…
Y esta vez recuerdo, cuando te vi por
primera vez, fue una tarde, todo dentro de mí se alborotó, y me hice preguntas,
y te hablé, y pasaban los días y te llamaba por teléfono, y te decía cosas
atrevidas y te gustaban, y nos gustaban, quizás tú ya no te ves así, pero yo sí
siento lo mismo de aquella primera vez, formas de ti que siguen siendo mi gusto
y mi alegría…
