Andanza por nuestro
idioma 58
Hoy viernes, del latín Veneris dies, día de Venus, diosa del
deseo carnal o erótico en mitología latina; mi mujer leyó con amor lo que
escribí con el título Un ciclo de mi vida,
y después del almuerzo me dijo… ¡Qué
ciclo..! Y sí, son cincuenta y cuatro años de escolaridad de estudiante y
docente…
Y ahora recuerdo que la vida es un
entramado de dolores y alegrías, porque fue a finales de enero de mil
novecientos setenta y siete, yo había salido de una de mis clases, y miré a mi
amiga Maora que estaba sentada frente a la Biblioteca de la Facultad de Humanidades,
y lloraba, me acerqué y le pregunté por qué lloraba, y empezó a decirme que su
marido Lubio no quiso que ella trabajara, y por eso había renunciado a unas
horas de Francés, que estaba dando en un colegio en Mérida, me siguió hablando
y después de desahogarse conmigo, me preguntó, si yo quería dar esas horas,
tanto me insistió que yo esa misma tarde me fui hasta el colegio, y allá me
atendieron el Subdirector y el Administrador, estuvimos conversando y dejé una
constancia de mis notas, me dijeron que fuera al día siguiente, para darme una
respuesta, sin falta ahí me presenté, me recibió el Subdirector, nos sentamos y
lo primero que me dijo fue que con esas notas cómo no me iban a dar el trabajo,
me tendió el horario y me dijo que al día siguiente era mi primera clase… Me
despedí, salí del colegio y me fui caminando feliz a decirle a mi mujer la buena
nueva, nos habíamos casado en marzo del año anterior, y ya teníamos a Adrián de
apenas dos meses de nacido…
Estoy sentado escribiendo y estoy
recordando aquellos días frente a la montaña verdiazul, y el pico Bolívar
coronado de nieve, y cuando nevaba en la cresta de la sierra, y la brisa, la
neblina y la llovizna de páramo, y cuando saboreábamos, bajo ruanas, cobijas y
abrigos, chocolate, arepas de trigo y queso ahumado; y Maora, si estás leyendo
estas líneas, las mismas son testigos de que te recuerdo con alegría y también aquellas
lágrimas tuyas de aquel día, que luego fueron sonrisas en la leche de los
teteros para mi hijo primogénito…