Andanza por nuestro idioma 127
Expresamos con la forma ay diversos
cambios de ánimo, sobre todo tristeza, pesar, aflicción, sorpresa y alegría, ¡Ay, me siento tan triste...!, ¡Ay, cómo me alegra tu triunfo..!, y si usamos ya seguida de la preposición de,
da sentido de temor o amenaza; ¡Ay de mi
futuro...!, ¡Ay de los que ofenden..!
Ayo, aya, del gótico hagia, guarda; gótica fue lengua hablada por los godos,
pertenecientes a un antiguo pueblo establecido en Escandinavia tres siglos
antes de Jesucristo, conquistador de varios países y fundador de reinos en
Italia y España, y luego se llama godos a los ricos y poderosos de familias
españolas que formaron parte de la nobleza al mezclarse con los godos invasores,
cuando se crea la nación española; y aquí en América durante la guerra de Independencia
se designaba godos de manera despectiva a los españoles, término que se usó
bastante tiempo, cuando ya estas colonias después de lograr su independencia,
se erigieron en repúblicas soberanas; nuestra lengua castellana nos permite atrevernos a decir que
el ayo o la aya es la persona con la suficiente paciencia para aguantar los ay,
ay y todos los ayes de niños y jóvenes que están bajo su cuidado y guarda…
El anagrama o metátesis de ay nos da ya,
del latín iam; y con esta palabra
podemos indicar tiempo pasado Ya
conversamos eso en anteriores oportunidades; con idea de presente y pasado ¡Ya es tan pobre, y pensar que fue tan rico
o rica..!; también da idea de futuro Ya
vengo, ya nos veremos, ya haremos eso…
El poeta sevillano y mundial después de la
muerte de su esposa y musa Leonor escribe la elegía en versos
Señor, ya me arrancaste lo que
yo más quería.
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar…