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sábado, 10 de mayo de 2014

Andanza por nuestro idioma 27



Andanza por nuestro idioma               27

     Nos detuvimos cobijados bajo la sombra de un mango, porque a uno de los andantes lo miré pálido y sudoroso, le pregunté si se sentía mal, me respondió que sufría de jaqueca, palabra traída del árabe saqiqa, migraña del griego jemicrania, la tomaron los latinos hemicrania, también se le da el nombre de cefalea, en griego kefalaía, y fue llevada al latín cephalaea, y los médicos diagnostican cefalalgia al dolor de cabeza muy fuerte y persistente…
     Recuerdo que yo tuve mi primera jaqueca, cuando estudiaba cuarto grado de primaria, salimos del salón, nos fuimos a hacer la cola para almorzar en el comedor de la escuela, y almorzamos y nos llegamos hasta la cancha de fútbol, detrás del comedor, cuadramos dos equipos y comenzamos a jugar, después de terminar el juego, cada uno de nosotros se fue a su casa, y apenas llegué empecé a mirar sombras que me entrecortaban la visión, las llamadas escotomas, sudaba y mi mamá me dijo que estaba pálido, y con un dolor como puntada en un lado de la cabeza, de pronto sentí ganas de vomitar, vomité y todo el malestar desapareció como por arte de magia, y así estuve sufriendo este viacrucis aproximadamente hasta mis cincuenta años de edad, y les cuento que como sé que las causas son trasnocho, mala digestión, rayos de luz que dan de golpe en los ojos, cambios de temperaturas varias veces al día, y las angustias, poco a poco fui dejando de trasnocharme, empecé a masticar mejor los alimentos, llegué a usar lentes oscuros, y trato de controlar las angustias, me digo que las cosas que no puedo resolver en el momento, lo más saludable es no pensar en ellas, y para ello cuando recurren a mí las angustias, las dejo a un lado pensando en motivos diferentes, y lo mejor de este cuento para ustedes que lo leen, es que poniendo en práctica todo lo dicho, desde hace más de diez años, mis migrañas pudiera decir que son lights, porque apenas siento leve molestia de sombras danzantes frente a mis ojos, no vomito, y el dolor de cabeza es como un suave y pasajero suspiro…