Cosas de sazón
Hace años miré, en el cine Glorias Patrias de
Mérida, la película El pájaro azul,
basada en la novela con el título Bluebird
y en tal filme actuaba Elizabeth Taylor como hada buena, y las escenas
desarrollan la alegoría de unos niños pobres que sienten envidia de los niños
ricos, y a esos niños pobres les parece triste la vida sencilla que llevan al
lado de sus padres, y en el mundo de la magia la buena hada hace que las cosas
más cotidianas cobren vida y color ante los ojos de estos niños pobres, el
azúcar toma cuerpo de bailarina y danza, la harina también toma formas
femeninas y se une a la danza, y así pasa con todos los condimentos , y la
lección consiste en que la pobreza no reside en lo material, sino en la pobreza
de actitudes frente a la vida que nos toca afrontar, por lo cual si las
cambiamos por actitudes optimistas, entonces podemos superar situaciones de
pobrezas y penurias por realidades dignas de nuestra condición humana…
Hoy recordé esta película, porque me
estuve en la cocina olfateando, mirando y reflexionando junto a los condimentos,
la sal con su albura cristalina que sazona y crepita en el fuego, el azúcar
alba de origen árabe assukkar que
toma color blanco a pesar de que se extrae de la remolacha, de la caña de
azúcar y de otros frutos y vegetales, el orégano de origen latino origanus, que presenta la forma de hojas
grandes, sedosas y fragantes y se le dice orégano orejón, y el arbusto de hojas
pequeñas y fragantes, que se le dice orégano chiquito, la albahaca de hojas
labiadas de origen árabe alhabaqa y
que le da el toque mágico a la salsa para las pastas, y cuando me detuve en
este punto, me vino a la mente Como agua
para chocolate, novela en que la
autora Laura Esquivel comienza cada capítulo con una receta de cocina…
Yo en la cocina solo preparo las comidas
más sencillas y apropiadas para resolver mis momentos de haberme quedado solo
en casa, y no pasa de carne guisada, pollo guisado, pescado frito, alguna
pasta, arroz blanco y alguna que otra minucia, pero cumple con el requisito
mínimo de que se puede comer, porque cuando lo he cocinado ha sido para mi
mujer, mis hijos y yo, y muy contadas veces he cocinado solo para mí, y en
tales casos resuelvo muy rápido y muy fácil, cocino espagueti, le agrego queso
parmesano o pecorino, acompaño con pan francés o campesino y un refresco, que
previamente he comprado en la panadería junto con el queso y el pan, como, me
doy unos masajes en la barriga, me voy al cuarto, me recuesto a mirar televisión,
y sin querer queriendo me quedo dormido…