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martes, 2 de julio de 2013

La leve santidad perdure en vuelo de mariposas y luciérnagas


La leve santidad perdure en vuelo de mariposas y luciérnagas

     Las condiciones para llegar a la santidad por sencillas son muy difíciles, un hombre para ser santo o una mujer para ser santa, en cada caso no debe juzgar, la persona en acto de santidad comprende, porque ama a cada ser humano, bien sea hombre o mujer con calidad de santidad sabe que el prójimo se equivoca, y por tanto lo comprende y perdona, este ser singular ungida de santidad sabe que las personas llegan a odiar, y les hace mirar entre el amor y el odio, y les habla con fe y bondad…
     Cuando pasa cerca de nosotros un santo o santa nos asombra el perfume de la ternura, cuando yo tenía trece años, me salvó un milagro de santidad, recuerdo que la gente decía que yo había vuelto a nacer… Y en este año me volvió a sorprender un milagro de santidad, cuando mi hijo Fabio de catorce años salió ileso de una balacera, era jueves de comienzos de mayo, él estaba esa tarde en mi carro que fue impactado por varios disparos, y por designio de Dios mi hijo no recibió ni un rasguño y la gente decía que mi hijo había vuelto a nacer
     Yo estoy muy lejos de la santidad, solo hablo y vivo lo más cerca que puedo del amor que nos viene de Dios… Y esa tarde de terrible angustia volví a oler muy de cerca la fuerza de la santidad, si tiene color, debe ser albiazulrosa y con fragancia de ángeles invisibles… 
     Sé que hay hombres y mujeres con esencias de santidad, no sé si he estado alguna vez junto a estos seres benditos, si alguien de tales existencias se identificara para mí, seguramente le preguntaría tantas cosas, como por qué hay tantas injusticias en el día a día de este mundo… Y mientras tal cosa pudiera suceder, seguiré intentando comprender los misteriosos designios de Dios, mientras tanto sigo sonriendo con el arco iris, y continúo agradeciendo el lento transcurso desde el alba hasta el ocaso, y que la leve santidad perdure en vuelo de mariposas y luciérnagas…