Siempre abrigamos
deseos
Siempre abrigamos deseos… Los niños desean
ser adultos; y deseamos que el tiempo pase rápido, muy lento o que se detenga;
deseamos que llueva o que escampe; deseamos que nos quieran, y la verdad de
todo es que cada cosa tiene su lugar y momento… Deseamos que algo suceda
pronto, porque no tenemos la cultura de la espera, y así nos citamos con la
persona amada, y nos desespera, cuando no llega en el momento convenido…
Cuando está terminando un año, deseamos
que se vaya pronto, y festejamos por el nuevo año, y nos alegramos por el que
está finalizando; y luego deseamos que los días pasen rápido y que el año
termine pronto, es como si viviéramos en una eterna desazón, y olvidamos que el
tiempo inexorable pasa muy despacio, pero sin pausa…
Yo no soy la excepción, también vivo
deseos, solo que intento moderarme, para no darle alimento a las angustias, y
deseo que no contamináramos, y viviéramos en paz, sin guerras, sin odios, sin
injusticias; también deseo que prevalezca el amor que conduce a todo lo bueno,
un mundo donde la verdad reine y que la vida de cada ser humano sea un sagrado
derecho respetado por todos… Deseo que desterremos la ambición, la codicia, los
lujos y vanidades, que no deseemos mal al prójimo, y sí le deseemos salud y
bienestar…
Deseo que los niños vivan sus tiempos
propios de niños, que los adultos nos respetemos por igual, donde las mujeres
cumplan siempre en el bien, y también los hombres respondamos en todo momento a
la bondad…
Deseo poder escribir a la bondad de los
que me leen, que mis ideas les lleven a reflexionar para ser mejores, deseo que
no nos conformemos con ser buenas personas, deseo que vivamos para buscar ser
cada momento mejores personas…