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miércoles, 2 de abril de 2014

Cuando los hijos se van



Cuando los hijos se van

     Esta mañana miré en la Luis XV a la portuguesa flaca, dos hombres mayores, la estaban piropeando, le decían que debía agradarle que le dijeran bonita, y uno de ellos me preguntó si ella se molestaría, y yo respondí que seguramente no se molestaba, mientras no le dijeran groserías, la muchacha los escuchaba y solo sonreía; después miré en el mercado a Grelián, la chica de la sonrisa amplia y fresca y de mirada de luz y alegría, y cuando me acerqué le dije que mi hijo me terminaba de llamar desde San Cristóbal, y que le mandaba saludos, ella me regaló tan hermosa sonrisa, y me dijo que también ella le mandaba saludos; llegué a casa y le mandé un mensaje a Adelfo Antonio y le escribí que la chica le mandó saludos, y que miré a la flaca de la panadería, que tiene redondas formas de mujer, y al rato Adelfo Antonio me mandó el mensaje Está muy bien la cosa
     En esta misma mañana me estuve un rato en el patio, y estuve por buen tiempo mirando las nubes anunciadoras de lluvia, y me cayeron algunas goticas, y cuando almorzábamos estaba nublado y umbroso el día, y comenté que muy probablemente hoy llovía, y Fabio dijo que él pensaba lo mismo…
     Me acosté a reposar y dormí un buen rato, y soñé con Catalina y María Cecilia, que habían venido de Dublín a pasar unos días en casa, en el sueño las escuchaba conversando, yo no sé en donde me encontraba, solo las escuchaba, pero no estaba junto a ellas…
     Nunca he podido estar junto a todos mis doce hijos, ahora están dispersos, Adrián en Caracas, Catalina y María Cecilia en Dublín, Adelfo Antonio y José Rafael en San Cristóbal, Jorge Luis en Barinas, Tomás en Ejido, Mérida, Jairo en Los Teques, Javier en San Juan de los Morros, Ilisabel que estudia Odontología en San Juan de los Morros y regresa a casa en las tardes, Fabio que siempre ha estado junto con nosotros, y Cristina que vive con la mamá aquí en Calabozo, y esto me hace recordar el título de la película Cuando los hijos se van, y que mi mamá Cecilia Filomena me decía que quisiera que yo pudiera mirar esa película…

martes, 13 de agosto de 2013

Cuando los hijos se van


Cuando los hijos se van

     Cuando los hijos se van es el título de una película, lo sé porque me lo dijo mi mamá, y también me dijo varias veces, que le gustaría que yo viera esa película, según es una producción mexicana, que cuenta el dolor que le produce a los padres ese momento de cuando los hijos se van de casa…
     Los padres y madres que fueron hijos también se fueron en su momento, es una interminable cadena en la vida de los seres humanos, recuerdo el dolor que me expresó mi papá, cuando estaba por irme a estudiar en la universidad de Mérida, también para mí fue doloroso, pero debía seguir con mis objetivos de obtener mi profesión de vida…
     Abundan los libros que tratan el tema de los hijos yéndose del hogar de los padres, y en la vida cotidiana sucede como norma natural, en mi caso ya son varios los hijos que han hecho su propio hogar, mas yo lo comprendo como algo normal, solo ruego a Dios porque les dé salud mental y física y porque sepan amarse y comprenderse en su vida con la pareja…
     Los hijos se van, pero sigue el contacto, y hoy en día más gracias a los diversos medios de comunicación, hasta hablamos y nos vemos frente a la pantalla de la computadora, y nos intercambiamos fotografías, y sonreímos con amplia alegría…
     Cuando los hijos se van, nos dejan tantos recuerdos, y les auguramos grandes y bellas cosas, y llegan los nietos, y me dicen abuelo, y me voy acostumbrando a esa palabra que me suena a añejo y a ternura…