Canto en silencio
No
andemos dormidos ni muertos,
desde
el amanecer andemos entre estrellas,
sepamos
cuándo hablar,
y cuándo
mantenernos en silencio…
Desde
el alba cada quien despierta en sus sentidos,
alcémonos
con voluntad de alegría,
cuando
haya de celebrar, celebremos,
cuando
haya pesar, sigamos en silencio…
Levantémonos
y sigamos de pie junto a este mundo,
sí, la
vida es efímera,
mas,
mientras dura, aprovechemos cada instante de gozo,
y
comprendamos los momentos de dolor;
el
mundo es eterno,
solo
nosotros somos pasajeros…
Esta
mañana un pollo del vecino voló al patio,
se subió
al araguaney,
llegaron
los dueños,
le
eché agua hasta mojarle las plumas,
se
bajó al suelo,
el
hombre lo pudo agarrar,
dieron
las gracias, y se fueron contentos…
Era un
poco más de las seis de la mañana,
la vida
es breve,
mas
sigamos nuestro viaje,
antes
de que nos llegue la partida sin retorno…
Cada
mañana, agradezco a Dios,
por el
aire que respiro,
por
cada planta esencia de vida,
por el
agua en forma de rocío o en lluvias copiosas,
por
los ojos de aljibe,
y por
cada manifestación de ternura en este mundo eterno;
y,
mientras, pienso, siento y escribo en silencio…
Cuando
somos jóvenes, andamos desafiando el mundo,
y sin
darnos cuenta, el tiempo pasa,
y ya
no tenemos años de juventud,
se nos
ha ido la mejor primavera,
mas
hay una primavera que no se mustia con los años,
esa anda
en espíritus tras esencias de amor…
El
tiempo cómo avanza,
aquí
en este rincón de calle ciega,
apenas
un pedazo de tierra de esta Misión de los Ángeles,
apenas
un suspiro de esta Villa de Todos los Santos,
y nada
en el vasto Universo;
y el
tiempo avanza en cada sitio de las galaxias,
y
avanza y pasa y rutila y rutila en silencio…
Escribo,
y esto es parte de mi dicha,
leo, y
eso me brinda más dicha,
son
tantas cosas que me enriquecen,
cuando
siento olor a primeras lluvias,
cuando
miro alguna de tantas cosas bellas,
como
mirar el azul imbebible del mar,
como
mirar el verde parejito de la llanura abierta,
o como
ahora, cuando me llega el canto de un pájaro en la distancia,
quizás
sea canario o azulejo,
sé que
no es turpial ni cucarachero,
tampoco
arrendajo ni cristofué ni chuchube,
mientras,
me mantengo atento a otros pájaros que cantan en el patio,
y
también escucho a la gallina seguida de sus cuatro crías,
andan
todo el solar, y la gallina cómo croa, y pían y escarban,
y solo
yo sé que canto en silencio…
Adelfo Morillo