Mi credo
Sigo la iglesia que dejó Jesucristo,
y escucho su mensaje católico,
a través de la tierra la buena nueva,
de que solo el amor nos salva.
Me encuentro con esta iglesia cada mañana,
cuando despierto, santifico a Dios,
y a Él ruego por hombres y mujeres de este mundo,
para que nos haga llegar el amor a nuestros
corazones
y que nuestros espíritus comulguen con Él.
Me inunda perfume de plantas en el patio,
y sé que cada cosa que se manifiesta a nuestros
sentidos,
me habla de la ubicua presencia de Dios.
Yo siento a Dios en esplendores de luna,
en el paso de hormigas,
en el vuelo de mariposas.
Dejemos el mal,
vivamos en el bien,
donde reinan los niños,
donde rondan los perfumes de Dios.