Mostrando entradas con la etiqueta Andanza por nuestro idioma 116. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Andanza por nuestro idioma 116. Mostrar todas las entradas

martes, 17 de junio de 2014

Andanza por nuestro idioma 116



Andanza por nuestro idioma     116

     El poeta peruano y mundial César Vallejo en el poemario Los heraldos negros escribió Dios, y en los dos primeros versos leemos

                                     Siento a Dios que camina
                                    tan en mí con la tarde y con el mar…

     Como nota anecdótica Vallejo decía Quiero morir en París y con aguacero…, y murió en París y ese día llovía…
     Cuando vivíamos en la carrera seis entre calles cinco y seis, ahí en esa casa alquilada escuché por primera vez una canción, que todavía canto para mí las partes que recuerdo, y comienza

                                En el mar la vida es más sabrosa,
                                en el mar te quiero mucho más…

     La tercera vez cuando visité en Maracay a mi papá Ramón Toribio, allá programaron un viaje a la playa en la bahía de Cata, fue él con varios de la familia y yo, me impresionó mirar por primera vez la inmensidad del mar azul, ellos empezaron a bañarse y me animaban, para que yo también me bañara, ante la insistencia me fui metiendo y me solté a nadar y me zambullí, me sorprendió el agua tan salada del mar, y me salí inmediatamente, me preguntaron cómo me había parecido, y respondí ¡El agua está muy salada..!, y cómo se reían de mí…, tomé una cerveza y me la bebía buscando quitarme de la boca lo salado del agua del mar, pero al rato me volví a meter, y estaba nadando, cuando me acerqué a una bonita muchacha que intentaba nadar, comenzamos a hablar y le ofrecí mantenerla agarrada, mientras ella braceaba y pateaba, aceptó y me olvidé de todo lo demás, solo tuve tiempo, ojos y gustos para la alegría que me regaló esa bonita muchacha, de la que no recuerdo el nombre y a quien no volví a mirar…
     Mar, del latín mare; los prosaicos decimos el mar, los poetas cantan la mar