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jueves, 7 de abril de 2016

Esencia de vida, de inspiración y de gozo


Esencia de vida, de inspiración y de gozo

Me preguntas por qué me quedo en este pueblo,
en esta Villa de Todos los Santos,
y por qué me alejé de Mérida;
me gusta mirar la sabana abierta,
frente a ella hago inventario suelto,
garzas blancas, azules y rojas corocoras,
gavilanes, lechuzas, torditos, pericos y loros,
y algún ojo de agua, abrevadero de animales y gentes;
me gusta estar en casa, como ayer en la tarde,
y me acerqué a la vecina
y le dije que mirara los dos gavilanes sobre el yagrumo,
y le conté a ella y a mi mujer
que la gallina estaba parada inmóvil con las crías bajo las alas,
y la vecina que nos dice ¡No es tonta la gallina..!
Y no me alejé de Mérida,
en cualquier momento la recuerdo,
viajo raudo con el pensamiento,
y por tantos sitios que no olvido, me paseo,
y ando con mi amiga, María Carmen,
que casi por cada cosa que digo, se ríe,
y me acuerdo de cómo hacíamos un mundo a nuestro gusto;
y raudo vuelvo a estas tierras llanas,
y aquí me quedo por sobre esta recia sequía,
y miro el cielo azul y sin nubes,
y quema hasta el viento de resolana,
que la huelo, cuando riego;
por qué me quedo,
quizás nunca me fui,
estuve en Mérida,
y de allá me traje comportamientos y saberes,
me ando cada día con el Conócete a ti mismo,
y con el Solo sé que no sé nada;
mi paideia y mis luces;
por qué me quedo,
porque me gusta el golpe de arpa entre olor a mastranto,
me solazo mirando parejas en el chis chas del joropo,
me saboreo el gusto con buñuelos, gofio y melcocha,
no me cansa mirar los lilas nefúfares de las boras en ríos y esteros;
aquí me quedo haciendo todo lo que me gusta,
cuando la gente me sorprende, me dice que me conoce,
y me invitan a hablarle a niños, a jóvenes y a adultos,
y voy lleno de nervios, como si fuera mi primera vez,
por eso aquí me quedo,
me subo en un bus, y damos un gran recorrido,
y miro a la gente, que sube o baja,
y me ceden el puesto o cedo el puesto,
y miro y escucho, cómo habla la gente,
cada quien dice sus razones, sus quejas y sus alegrías;
por esto aquí me quedo,
aquí estoy bien, como pez en el agua,
soy piscis y soy león en la pelota;
ah, son tantas cosas que me hacen bien,
cuando miro y huelo las primeras lluviecitas,
cuando el vecino toca la puerta y me ofrece pescado,
cuando miro alguna flor irradiando en el patio,
y me descansa la amplitud dentro y fuera de la casa,
adentro me tiendo sobre un colchón en el corredor,
y afuera tomo una ciruela, un coco, una guayaba o un icaco,
y en las madrugadas escucho el canto de gallos y de alcaravanes,
y hoy nos sorprendimos con pájaros
posando frente al vidrio de la ventana de nuestro cuarto;
ah, por qué me quedo,
me quedo ahora en este momento,
cuando escribo, escucho tantos pájaros,
por uno y otro lado de la casa;
y mi hijo llega y me pide la bendición,
y vuelve a salir a casa de un amigo;
aquí me quedo, porque ruego porque llueva,
y porque agarre suficiente agua la represa,
y aspiro porque algún día, venga alguien
y se meta al aljibe y lo limpie;
son tantas las cosas menudas porque me quedo,
pequeñas y sencillas, para mí son mi esencia,
mi esencia de vida, de inspiración y de gozo…

Adelfo Morillo