Andanza por nuestro idioma 153
Si tenemos salud mental y física, y
tenemos un trabajo honrado que nos dé para cubrir nuestras necesidades, y esa
labor que realizamos nos gusta, y si nos alegra el sitio en que vivimos,
consideremos que con eso nos basta para agradecerle a Dios cada día, y para que
busquemos convivir de la mejor forma con nuestros semejantes…
Nuestra vida debemos llevarla cubriendo
las necesidades básicas, incluso diversión, vacaciones y entretenimiento, y si
tenemos claro lo que es necesario de lo innecesario, sin dudas disfrutaremos de
verdadera libertad, sin alienaciones, sin intereses creados, sin ataduras
banales de ningún tipo…
Cuando despertamos, tal milagro es
suficiente para agradecer y sonreír a Dios, y luego cada cosa que miramos nos
debe dar aprendizajes que nos lleven a prodigar actitudes, palabras, reacciones
y acciones de amor y bondad en el trato cotidiano con nuestros prójimos…
Valoremos el aire que respiramos, el agua
que bebemos y que circula por nuestro organismo con cantos de vida, apreciemos
el vuelo de los pájaros, las formas, colores y fragancias de las flores, seamos
amables padres y madres, de hijos honremos a esos padres y madres amables, y
aprendamos a convivir en paz entre vecinos…
Sí, no es fácil llevar una vida sencilla,
pero cada vez que nos acercamos más a esa forma de vida, vamos a ir sintiendo
goces espirituales que valen más que todos los tesoros materiales…
Singulus, en latín significa
sencillo, sencilla, singular; y de esa raíz formamos también sencillez, que es
la forma de cómo el ser humano puede acercarse sin vanagloria a Dios y a sí
mismo, y eso consiste en llenarse de lo externo hacia lo íntimo, y de su propia
intimidad comulgar en silencio, en gracias, honra y respeto con Dios…