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lunes, 8 de junio de 2015

Solo el amor con el tiempo

Solo el amor con el tiempo

      Cuán efímera es nuestra vida…
      Alegrémonos por cada instante,
      porque solo el tiempo es constante,
      y el amor es tan dulce…
      Nuestro tiempo de vida es tan efímero
      y nos perdemos de tantas cosas;
      muy pronto se nos va la juventud
      casi sin percatarnos;
      el tiempo poco a poco nos lleva hacia el siglo,
      mientras el sol sigue dando luz y estrellas.
      Nuestra vida solo es un suspiro
      y ya rumbo a nuestro final nos parece un sueño.

      Vivamos días y noches,
      porque son un instante,
      tantas gentes llegan,
      tantas gentes se van,
      y a estas últimas en algún momento nos uniremos.
      Raudos se nos van días y noches
      y ya nada valen orgullo ni poder;
      sin nada nos vamos;
      solo vale, si algo en amor dejamos.
      Sí, la vida pasa dura o risueña,
      mientras el tiempo sigue sin pausa.
      Entonces, dejemos egoísmos,
      amemos la pobreza cumplidora,
      abandonemos toda ambición
      y cultivemos rosas de verdades;
      seamos sinceros
      durante el breve tiempo de nuestra vida.
      Abracemos la belleza
      que nos lleva al Padre,
      en la brisa fresca,
      en el agua clara
      y en cada manifestación de esencia divina.

      Cuántos amaneceres y atardeceres idos
      y cuántos quedan por venir…
      Somos barro
      que con agua nos confundimos,
      cuando nos vamos
      y quizás ni nos damos cuenta.
      Nuestra vida poco a poco se nos va,
      el tiempo sigue sin pausa.
      El tiempo sobre flor o piedra,
      nada importa, si es flor o piedra,
      el tiempo borra cada ser por igual.
      Solo permanece el amor con el tiempo,
      el amor que nos hace esencia de fuego,
      el amor que nos hace lumbre de estrellas…
                                                                            Adelfo Morillo