Solo el amor
con el tiempo
Cuán efímera es nuestra vida…
Alegrémonos por cada
instante,
porque solo el tiempo es
constante,
y el amor es tan dulce…
Nuestro tiempo de vida es
tan efímero
y nos perdemos de tantas
cosas;
muy pronto se nos va la juventud
casi sin percatarnos;
el tiempo poco a poco nos lleva hacia el
siglo,
mientras el sol sigue dando
luz y estrellas.
Nuestra vida solo es un
suspiro
y ya rumbo a nuestro final
nos parece un sueño.
Vivamos días y noches,
porque son un instante,
tantas gentes llegan,
tantas gentes se van,
y a estas últimas en algún
momento nos uniremos.
Raudos se nos van días y
noches
y ya nada valen orgullo ni poder;
sin nada nos vamos;
solo vale, si algo en amor
dejamos.
Sí, la vida pasa dura o
risueña,
mientras el tiempo sigue sin
pausa.
Entonces, dejemos egoísmos,
amemos la pobreza cumplidora,
abandonemos toda ambición
y cultivemos rosas de
verdades;
seamos sinceros
durante el breve tiempo de
nuestra vida.
Abracemos la belleza
que nos lleva al Padre,
en la brisa fresca,
en el agua clara
y en cada manifestación de
esencia divina.
Cuántos amaneceres y
atardeceres idos
y cuántos quedan por venir…
Somos barro
que con agua nos confundimos,
cuando nos vamos
y quizás ni nos damos
cuenta.
Nuestra vida poco a poco se nos va,
el tiempo sigue sin pausa.
El tiempo sobre flor o
piedra,
nada importa, si es flor o
piedra,
el tiempo borra cada ser por
igual.
Solo permanece el amor con
el tiempo,
el amor que nos hace esencia
de fuego,
el amor que nos hace lumbre
de estrellas…
Adelfo Morillo