Mostrando entradas con la etiqueta Tras de una vida sencilla 3. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tras de una vida sencilla 3. Mostrar todas las entradas

jueves, 13 de agosto de 2015

Tras de una vida sencilla 3

Tras de una vida sencilla                    3

       Yo pensaba que aprender cada vez más era todo en mi mundo,
leía con hambre de saber, mi sed de aprender no se colmaba; para mí hasta entonces bastaba con pensar dentro de mí, buscar en mí, y llegar a mis propias ideas sobre mi vida y sobre la vida. En Mérida me encontré en otro ambiente, el mundo univesitario, el entorno físico, mucha más gente de distintas partes del país, lejos de mi pueblo, me sentí bastante solo, y lleno de dudas; un buen día aparecieron nuevos compañeros de estudio, y una compañera iba a entrar en mi mundo, para darle un vuelco a mi manera de mirar las cosas. Y empezamos Mariela y yo a conversar, a caminar, escuchábamos música, llorábamos, reíamos, y en cada lugar y en cada momento nos veían juntos. Nos peleábamos, discutíamos, nos separábamos, y volviámos a encontrarnos, no podíamos estar sin vernos. Estudiábamos Francés, traducíamos poesía francesa, estudiábamos Latín, traducíamos del latín, estudiábamos Griego Antiguo, traducíamos El Banquete de Platón, y cómo nos alegraba descubrir conceptos viejos con vigencia en la actualidad.
       Me di cuenta de que estaba caminando otros conocimientos, despertaba a tantas nuevas cosas, en mi espíritu se abrían sentidos desconocidos para mí; junto a Mariela escuchaba tanta música, y sentía acordes y armonías que me llevaban a mundos de limpios corazones, me envolvía una gama de sentimientos que no puedo describir…        
Adelfo Morillo