Trompo, zaranda
Ya casi
no se mira
el juego de
trompos y zarandas (del
sonido que hace, zaran…, cuando baila… Recuerdo desde
cuando mi papá
me dijo una
mañana antes de
Semana Santa Vamos a
ir en la curiara a cortar unos palos del monte… Yo
tenía seis años, él manejaba el canalete y yo palanqueaba. Atracamos, nos bajamos y él cortó
unas ramas de un árbol, volvimos a la curiara y nos dirigimos a casa en El
Picacho, al rato estábamos en el patio delantero de casa, frente al río Apure, escogió
una vara le clavó un clavo liso y empezó a labrar la vara, al rato miré mi
primer trompo, buscó una cabuya y lo bailó, lo tomó en la mano y lo posó en la mía,
me dijo cómo bailarlo y cómo tomarlo en la mano, él estuvo muy contento porque
el trompo era de una madera sonora y zumbadora; él me hacia los trompos y a mi
mama le hacia las zarandas…
Viene a cuento esta adivinanza
coplera
Para bailar me pongo la capa,
porque sin la capa no puedo bailar,
para bailar me quito la capa,
porque con la capa no puedo bailar…
(Respuesta: el trompo)
Adelfo Morillo