Andanza por nuestro idioma 134
Mi mamá nos contaba que allá en Casita de Paja conoció a dos mujeres
cobardes, así nos decía Cuando iban a
parir una de ellas que tenía de nombre Carmen, y el día que le dieron los
dolores, esa mujer no sé cómo se agarró de un colgadero y se subió al travesaño
de la casa, se sentó enjorquetada sobre la palma que hacía de travesaño, lloraba
y gritaba, pero cuando los dolores fueron de verdad para parir dejó que la
ayudaran a bajar; y otra aspaventera cuando sintió dolores de parto, empezó a
gritar -¡Ay, yo no vuelvo a estar con ese hombre, qué dolor tan macho, me voy a
morir..! Y el hombre estaba en la
casa y escuchando a su mujer con esos lamentos, agarró un cuchillo y dijo -¡Me
voy a capar…! Y la parturienta escuchó al hombre decir eso y entonces gritó -
¡Atiendan aquí y atiendan allá, porque el hombre es loco y se puede capar..! Esas
son mujeres amigas de aspavientos, porque cuando una siente dolores de parir,
lo menos que le provoca es hablar y mucho menos gritar…
Aspaviento, del latín expaventis,
ser que teme; como vemos la palabra tiene un sentido de sentir miedo, temor;
mas casi siempre la usamos con sentido de alguien que muestra exagerados signos
de algún sentimiento, y eso se lo trasladamos a fenómenos naturales, como
cuando el cielo se cubre de nubes grisnegruzcas cargadas de agua, miramos
resplandores de repetidos relámpagos, luego truenos que hacen retumbar el suelo
y las casas, y unos brisotes que vuelan planchas de cinc y tantas otras cosas
livianas y no tan livianas, y todo eso se disipa sin que caiga ni una llovizna,
ante eso solemos decir ¡Solo fueron
aspavientos, pura brisa y bulla..!
En el llano somos muy dados a las exageraciones y a hacer aspavientos
por distintas cosas, si cae un fuerte aguacero, decimos ¡Ah, mandilata de aguacero..!, o ¡Tremendo aguacero matasapos..! A los aspavientos también le
decimos buche y pluma…, es más la bulla
que la cabuya…, plantaje y bulla de alas…