Ella me completa en cada aliento de
mi vida cotidiana
Aquí en Calabozo hasta las mujeres dicen
que no hay mujer fea sino mal arreglada… Y un considerable porcentaje de los hombres
se embelesa por la bella apariencia física de la mujer… Ahora una cosa es que
el hombre ande en pos del sexo, y otra que quiera hacer hogar con amor, del
amor que pregonó y vivió Jesucristo, el amor que solo ofrece palabras y hechos
de bondad… Yo estuve sin pareja un tiempo, hasta una tarde cuando se alzó una
franela, y miré por primera vez a una mujer que realizaba su labor diaria, y un
buen sábado me acompañó hasta San Fernando de Apure, ese día comenzamos a
soltar el ovillo de nuestros buenos y lindos afectos… Desde ese entonces
estamos juntos, tuvimos a Fabio y después a Airene, este ángel se nos fue a los
cinco meses de nuestras vidas… Hace algunos años dejé de escribir a mano y en máquina,
me cambié a escribir en computadora, escribo ponencias, poesías, reseñas,
biografías, cuentos, relatos, cronografías, y en todo eso está la presencia de
mi mujer, María Ríos… Uno de los significados de María en hebreo es señora, en
el sentido de que ella administra el hogar y lo rige en orden, y Ríos es un
sonido con música de vida alegre y cantarina…Ahora bien cuando se escribe en
computadora, se debe elegir el tipo de programa y de letra, a cuantos espacios,
el tamaño de la letra, si se resalta, si se encentra o si se justifica, y otras
tantas cosas más propias de esta forma de tecnología; yo solo me siento a
escribir, y todas esos detalles que mencioné los realiza mi mujer, María Ríos…
A veces me desespero, pierdo la calma, me molesto mucho con ella, pero sé que
ella no solo me completa en mis escritos, ella me completa en cada aliento de
mi vida cotidiana…
A Gabriel García Márquez le preguntó un
periodista, si seguía escribiendo en máquina, y el escritor ya Nobel le
respondió que dejó a un lado la máquina ante la magia de la computadora… Y a
Mario Vargas Llosa le preguntó también un periodista, si escribía en
computadora, y el escritor ya también Nobel le respondió que él seguía
escribiendo a mano, porque el ruido que produce el lápiz sobre la hoja a él
ofrece una grata sensación… Y yo, guardando y respetando las distancias, digo
que escribo en la magia de la computadora, pero solo con la ayuda
imprescindible de mi amada mujer…
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