Poesía, canta, ama, vuela y sueña
La poesía se hace
nombre
y nombra,
nombra a los niños
y a la mujer y al
hombre;
la poesía se hace
palabra
y habla,
habla por los
niños
y por la mujer y
por el hombre;
la poesía se hace
verdad
y pregona
verdades,
no se pone al lado
del avaro,
ni del miserable,
ni del mezquino,
se pone al lado de
los niños sin padre,
para pregonar que
se les dé sustento,
sustento de alma y
de cuerpo,
se pone al lado de
la mujer indefensa,
para asegurar que
se la defienda
por su belleza,
por su entereza;
la poesía se hace
fuerza,
para fortalecer al
hombre justo,
para que no se
rinda,
para que no se
tuerza;
la poesía es luz y
sombra,
luz para alumbrar
con el alba,
sombra para el
descanso
después de la
labor,
la labor del
obrero,
la labor de la
madre eterna,
la labor del
hombre en la sementera,
la labor del
hombre en la tierra;
la poesía es sol y
luna,
sol en huertos de
invierno,
luna en huertos de
estíos;
mi poesía ama la
paz,
siempre con olivos
verdes,
siempre con ojos
niños,
siempre con ojos
tiernos;
mi poesía es canto
de amor,
amor de brisas
nuevas,
amor de memorias
buenas;
mi poesía es
porque canto,
canto porque
vuelo,
vuelo porque amo,
amo la paz siempre
verde,
en los olivos,
en las hojas que
vuelan
en mi poesía que
canta,
ama, vuela y
sueña.
Adelfo Morillo
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