Actividad artística de Eulalio Toledo
Tovar en su tiempo histórico
José
Manuel Aquino
La acción del hombre es fundamental para
lograr sus objetivos propuestos en distintas actividades realizadas a través
del tiempo, conjugando los elementos materiales e intelectuales para dar
respuesta a una necesidad del ser. Estas consideraciones son necesarias para
comprender tanto de manera individual o colectiva a los seres humanos. En este
sentido, las artes plásticas están orientadas a conjugar la imaginación o
visión de la realidad del creador, en este caso del artista que en tantos de
los casos es el protagonista, y de tal manera irá enfocando su óptica con el
empleo de distintos elementos físicos mediante distintas técnicas en la búsqueda
de la belleza.
En
consecuencia, el artista trata de expresar una realidad tomando unos criterios
bien definidos en una obra de arte, la cual se analizará dentro de una caracterización generalizadora
que tendrá por nombre corriente o tendencia artística que en muchos casos el
autor va enfocando su particularidad para observar esa realidad que quiere
trasmitir en un momento dado a partir de los constantes cambios. Por tanto, estudiaremos el trabajo de un maestro de las artes plásticas,
su dimensión y trascendencia desde una visión global a partir de su trayectoria
profesional en su tiempo histórico, y en este caso de la actividad artística
del pintor y escultor guariqueño Eulalio Toledo Tovar.
Este destacado artista nace en El Sombrero,
Estado Guárico, en 1914, año cuando se inicia la Primera Guerra Mundial, en
momentos en que Austria-Hungría le declara la guerra a Serbia por el asesinato
de Archiduque Francisco Fernando y de su esposa en Sarajevo. Como consecuencia
del enfrentamiento bélico, disminuye la actividad comercial en todos los
órdenes de la urbe; en este mismo tiempo histórico el general Juan Vicente
Gómez en Venezuela consolida su poder con una nueva constitución y a su vez
aumenta el control de la actividad ganadera con la compra de grandes latifundios,
el comercio y la actividad industrial de este ramo tanto para sus familiares
como funcionarios de confianza; por tanto, la actividad política, social y
económica de la población va a repercutir en la vida de los pobladores: escasez
de productos importados, reacomodo de la actividad comercial, descapitalización
de los comerciantes no afectos al gobierno de Gómez, mientras se consolidan los
empresarios afines al gobernante, en lo político el alzamiento de Emilio
Arévalo Cedeño que transita por diversas localidades del país en abierta
rebelión.
En lo que respecta a las artes plásticas,
cuando Eulalio nace estaba comenzando el auge y consolidación de una asociación
artística principalmente de pintores pertenecientes al denominado Círculo de Bellas Artes que se había
fundado en 1912 por los estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Caracas, para
combatir los métodos de orientación
académica que impartían sus maestros, lo cual permitió un cambio en la pintura
venezolana en la segunda década del siglo XX, no solamente en cuanto a técnica sino también en la temática.
Eulalio, hijo de Gregorio Toledo y de Paula
Tovar, realiza sus estudios de primaria en la ya mencionada localidad guariqueña
de El Sombrero, cuando viaja a Caracas le acompañan sus hermanos Benigna y José.
En la década de los años 30 comienza sus estudios de artes y de pedagogía en la
Escuela de Artes Aplicadas, donde
demostró, según sus biógrafos, en esta primera etapa un academicismo por el apego
estricto a las normas y técnicas
trabajadas en los talleres de formación docente. Su talento sobresale con la
utilización de colores fríos y
cálidos con una caracterización
determinada en su aplicación en través paisajes y escenas de la vida rural (Weidner,
2013). Estos trabajos son expuestos en distintas exposiciones en Caracas, con tanto éxito que también los presenta
en Nueva York en el año 1939,
donde recibe diploma de reconocimiento por la calidad de los mismos.
En este mismo sentido, la década siguiente va
a ser de gran significación para este gran maestro que sigue realizando exposiciones
de su calidad artística, combinándola con la actividad docente en el Instituto Pedagógico de Caracas y en otros
centros educativos capitalinos hasta el año 1945. Los cambios políticos
ocurridos en el país a la llegada del poder de la Junta Revolucionaria de Gobierno
que desarrolla un plan de formación artística en el exterior para noveles
artistas, Eulalio es seleccionado por el estado Guárico, siendo gobernador su
coterráneo Ricardo Montilla, que le otorga una beca para cursar estudios de
pintura en el Politécnico de México
en el año 1946.
En su estada de estudios en México, Eulalio
entra en contacto con los máximos exponentes del movimiento artístico Realismo
Social en esa nación: Diego Rivera, David Siqueiros, José Clemente Orozco,
entre otros, que exponen temas referente a las condiciones políticas,
económicas y sociales de esa nación a través de la pintura mural de la cual adopta las técnicas del fresco, el óleo
y el mosaico que van a ser de gran importancia en la realización de sus futuras
obras de arte, una vez que regresa al país en 1948; establece residencia en
Valencia, Estado Carabobo, cuando esta ciudad comienza a dar sus pasos para
convertirse en una de las ciudades más
importantes de la nación por su acelerado proceso de industrialización, bajo un
modelo desarrollista en esos tiempos. Desde esa época desarrolla una amplia y
larga actividad artística y docente tanto en la Escuela Arturo Michelena, de la que fue cofundador y en el Liceo Pedro Gual.
Desde esta perspectiva, es necesario
realizar una consideración especial de la obra muralista de este artista por su
caracterización y estilo en la pintura latinoamericana dentro de la corriente
realista social. Mientras los más destacados exponentes del realismo social
mexicano resaltaron su influencia notoria de la revolución de 1917, destinada a
socializar el arte en reacción a la pintura tradicional destacando los temas de las injusticias sociales a través del tiempo;
además de reivindicar también las masas populares, campesinos y obreros desde
una orientación ideológica definida, mediante la utilización de nuevos
materiales en distintos espacios gubernamentales. De la misma manera
prominentes pintores venezolanos utilizaron este estilo como: Gabriel Bracho,
César Rengifo y Pedro León Castro y también realizaron la misma temática como
hace referencia Alfredo Boulton, citado por Noriega (1989).
En cambio
los murales de Toledo Tovar representan otra temática realista social mediante las aspiraciones del colectivo en busca de un
bienestar a través de la monumentalidad de sus obras realizadas tanto en
Caracas como en Valencia, donde desarrolló mayormente su actividad artística. Una obra que merece ser
señalada por su importancia tanto temática y técnica, la elaborada en la
antigua sede de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carabobo en el año 1962, donde muestra el cuerpo de
una maja desnuda, con sus brazos abiertos y llevando en una mano un texto que
simboliza el conocimiento y en la otra una balanza que representa la justicia y
la equidad. De igual manera, realizó en el Instituto Pérez Celis de Valencia, en el año 1957, ubicada entre la calle
Páez con Montes de Oca, dos obras: una que representa la actividad académica
universitaria a través del desarrollo de la clase de un galeno con sus alumnos en la rama de la medicina y otra una
comparación de la medicina ancestral con la medicina actual. Además de estas
obras se pueden destacar otras de este estilo en el liceo Pedro Gual (1951), donde ejerció la docencia y en el Hospital Central de Valencia (1978),
entre otras.
En cuanto al trabajo en el lienzo se
destacó notablemente con su técnica y temática paisajista, de la cual realizó
gran cantidad de exposiciones que le permitieron obtener distinciones por sus
temas nativistas, fue premiada en el IX y XV Salón Arturo Michelena
por las obras Frutos del país en 1951
y Campesinos leyendo en 1957. De la
misma manera, sus obras han sido objeto de estudio, como el realizado en el año
2011, en la Galería de Arte Nacional
por la licenciada en Arte y especialista
en Museos, Carolina Balza, por la calidad de sus obras. Además incursionó con
gran éxito en la escultura con trabajos hechos en bronce y tallas en piedra de
las cuales demostró dominio en el arte de modelar diferentes figuras. De la
misma manera, se destacó por realizar investigaciones en el ámbito artístico publicando Semblanza del pintor Arturo Michelena en
1963 y posteriormente realizó un estudio de la actividad artística del pintor
Herrera Toro. Asimismo, trabajó en la restauración de los murales históricos de
la Casa Páez en Valencia, en 1976,
siendo premiado por dicha labor.
Dentro de este marco, ejerció también la docencia en las instituciones: Pedro Gual y Martín J. Sanabria de la ciudad de Valencia desde el año 1948 hasta 1980; destacando no
solo por su dominio en la asignatura Historia
del Arte sino también en la utilización de estrategias didácticas para la
comprensión del hecho artístico a través del tiempo, tal como lo señala uno de
sus alumnos en los años 60, Napoleón Franceschi (2013). Al mismo tiempo,
impartió clases de pintura a futuros artistas plásticos como es el caso del falconiano,
Phael Díaz, que en su perfil lo nombra como su profesor de Pintura Artística (Díaz).
Por último, destacamos la vinculación de
este destacado artista con su pueblo natal, El Sombrero, Estado Guárico, que
desde muy joven se residenció en Caracas a continuar sus estudios, pero siempre
estuvo vinculado con el lugar donde nació. Publicó en el año 1976 una obra del
prócer de la Independencia Coronel Julián Mellado: Héroe lancero de la Independencia, publicada por la Gobernación del
estado Carabobo, en el cual recoge la vida y trayectoria militar de este
personaje coterráneo, también donó a la Alcaldía del Municipio Mellado un
cuadro con la imagen de este patriota con la técnica efecto lluvia que empezó a
emplear con gran destreza por los años 70.
La
trayectoria a su actividad artística e intelectual a través del tiempo ha sido muy
bien valorada, una institución educativa lleva su nombre en Tocuyito, Municipio
Libertador del estado Carabobo. Del mismo modo, todavía se realizan
exposiciones de sus cuadros con el fin de que las nuevas generaciones conozcan sus
técnicas y temática; al igual que su obra muralista está esparcida por toda la
ciudad de Valencia, símbolo de una integración de las artes con la actividad
empresarial, en esta una de las ciudades más importantes del país. Este artista,
Eulalio Toledo Tovar, supo cumplir con su momento histórico con su trabajo,
cuando la capital del Cabriales, Valencia, se preparaba para afrontar los retos
del proceso de sustitución de importaciones, para convertirse en una referencia
industrial en Latinoamérica.
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