jueves, 5 de noviembre de 2015

Tras de una vida sencilla 51


Tras de una vida sencilla                  51

       Una sonrisa natural, espontánea, sincera; sí, qué bello sería nuestro mundo, si todos anduviéramos, por sobre dolores y tristezas, ofreciendo sonrisas sinceras en cada sitio y en cada momento; recuerdo que antes yo presentaba una cara seria, seguramente parecía muy antipático; ahora cada día intento suavizar mi semblante, y ando a la caza de cosas que sean de mi agrado, y que me hagan prodigar sonrisas sinceras…
       Cada mañana estamos despertando a un nuevo día, y más importante si tenemos conciencia de que en cada nuevo día estamos despertando de antiguos sueños equivocados y de pesadillas; en cada amanecer siento que me lleno más de certezas para ir manifestando actitudes, palabras, acciones y reacciones de amor, de belleza y de bondad…
       Cuántas penas hay en la faz del mundo, cuántas tragedias, cuánto odio; si cada uno de nosotros reflexiona acerca de lo inmisericorde de tales actos de maldad, entonces sin dudas comenzamos a mejorar dentro de nosotros mismos, de no huir de nuestras flaquezas y mentiras, sino de saber reconocerlas y empezar por el auténtico camino de la verdad…
       Sí, cada mañana viene con otro amanecer, es como si el mundo se nos presentara por primera vez, este mundo de colores, de fríos, de calores, y de amores; este mundo que podemos construir sin enigmas ni misterios, y mirar que es un mundo iluminado de blancura, que nos permite mirar y contemplar amarillos, azules, verdes, rojos, y en donde las aguas nos tocan, se vuelven nubes y caen haciéndose ríos y mares, un mundo de montes y de pájaros; sí, comencemos hoy a construir nuestros mejores y más bellos sueños…

Adelfo Morillo 

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