Ofrendas
Hoy
viernes santo a primeras horas de la mañana, salí al patio y ahí estuve
rociando las plantas al este de casa, tomé un banquito y me senté y me anega
perfume de una florecita de jazmín amela; recuerdo que a mi mamá también la
alegraban los lirios sabaneros, porque cierta vez en la tardecita, veníamos
desde San Fernando de Apure, yo venía manejando y mi mamá venía conmigo al
lado, veníamos pasando por los esteros de Camaguán, era entrada de aguas, ella
mira al lado derecho de la vía y dice: Mira, los lirios sabaneros, qué lindos
se ven... Y sí, en sequía en la sabana pareciera que la vegetación estuviera
muerta, se la mira amarillita de lo seca y mustia, mas basta que caigan las
primeras lloviznas, para que se cubra de verdes y demás colores de vida efervescente...
Mi mamá era apureña y cuando andaba conmigo, desde su asiento en el carro,
expresaba raudales de alegría cada vez que andábamos paseando por partes de los
llanos de Apure, siento que ella recordaba momentos de su niñez, cuando estaba
con sus padres montes adentro, a orillas del Apure, si ella algo comentaba, lo
hacía con nostalgia por esos momentos pasados, mas lo hacía con alegría de
querencias aun presentes para ella... Hoy viernes santo recuerdo que también la
Semana Santa a mi mamá la alegraba; a mí también me alegra Semana Santa y ahora
te ofrendo, mamá, perfumes de florecitas de jazmín de amela y colores vivos de
lirios sabaneros...
Adelfo Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario