viernes, 2 de abril de 2021

 

Ofrendas

Hoy viernes santo a primeras horas de la mañana, salí al patio y ahí estuve rociando las plantas al este de casa, tomé un banquito y me senté y me anega perfume de una florecita de jazmín amela; recuerdo que a mi mamá también la alegraban los lirios sabaneros, porque cierta vez en la tardecita, veníamos desde San Fernando de Apure, yo venía manejando y mi mamá venía conmigo al lado, veníamos pasando por los esteros de Camaguán, era entrada de aguas, ella mira al lado derecho de la vía y dice: Mira, los lirios sabaneros, qué lindos se ven... Y sí, en sequía en la sabana pareciera que la vegetación estuviera muerta, se la mira amarillita de lo seca y mustia, mas basta que caigan las primeras lloviznas, para que se cubra de verdes y demás colores de vida efervescente... Mi mamá era apureña y cuando andaba conmigo, desde su asiento en el carro, expresaba raudales de alegría cada vez que andábamos paseando por partes de los llanos de Apure, siento que ella recordaba momentos de su niñez, cuando estaba con sus padres montes adentro, a orillas del Apure, si ella algo comentaba, lo hacía con nostalgia por esos momentos pasados, mas lo hacía con alegría de querencias aun presentes para ella... Hoy viernes santo recuerdo que también la Semana Santa a mi mamá la alegraba; a mí también me alegra Semana Santa y ahora te ofrendo, mamá, perfumes de florecitas de jazmín de amela y colores vivos de lirios sabaneros...   

Adelfo Morillo

 

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