Caballos 5
Rocinante es el nombre del caballo del Ingenioso Hidalgo
Don Quijote de la Mancha, libro escrito por Miguel de Cervantes Saavedra; a Don
Quijote cuatro días se le pasaron en imaginar qué nombre le pondría..., y así
después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a
hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante, nombre a
su parecer alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín,
antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del
mundo y aún lo seguía viendo como mejor montura que los famosos Babieca del Cid
y Bucéfalo de Alejandro Magno. El caballo ha estado presente
fundamentalmente en la literatura épica,
en las grandes epopeyas de la literatura
universal: la Ilíada, la Odisea, Los Nibelungos, La Canción de Roldán. Basta
con recordar el emblemático Caballo de Troya de la Ilíada, o Babieca, el
caballo (yegua) del Cid Campeador. Rocinante es el símbolo del caballo anónimo,
de esos miles y millones de caballos que hicieron posible la supervivencia del
hombre, el avance de la humanidad, el triunfo o el retroceso de las
civilizaciones, el caballo desde la servidumbre leal, el esfuerzo cotidiano, la
entrega hasta el agotamiento y el callado sufrimiento; por siempre vivan los
caballos en el mundo real y en las letras de Rocinante…
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