martes, 5 de enero de 2021

 Campo de Carabobo     3

Pasado, proyección de presente continuo a futuro

El 13 de octubre de 1.816 Páez vuelve a vencer en Achaguas, Apure. Y llega al 28 de enero de 1.817 cuando se libra la batalla de Mucuritas, Apure, donde Páez, conocedor de estas extensas llanuras piensa atraer a la fuerza enemiga a una sabana escogida de antemano por él y con este fin destina una columna de caballería, para que observe a los realistas y en caso de que fuese atacada y perseguida, se fuese retirando para conducirlos al punto seleccionado previamente; dicha columna era poco numerosa y Miguel  de La Torre la hace perseguir pensando que no hay más fuerzas enemigas, cuando inesperadamente al salir a una amplia llanura se le presentan todas las fuerzas de Páez, que ascienden a unos mil jinetes. La Torre ante tales fuerzas patriotas procede a formar su infantería en columnas cerradas, cubriéndola con la caballería a la retaguardia y en sus alas. Páez solo tiene jinetes armados de lanzas, algunas de las cuales eran del árbol llamado albarico, por lo que no puede exponerse a los tiros de la infantería realista, proponiéndose separar la caballería española de su infantería. A tal efecto forma dos columnas poco fuertes y les ordena atacar los flancos españoles, indicándoles a sus comandantes que se vayan retirando, para que los persigan los realistas y estos a su vez puedan ser envueltos por otras dos columnas de caballería preparadas previamente con este fin. Los escuadrones enemigos persiguen a los patriotas fugitivos, separándose un largo trecho de su infantería y de repente los formidables escuadrones de Páez vuelven caras, destrozan en gran parte, o dispersan a toda la caballería realista, compuesta por los criollos que mandaba Remigio Ramos, escapando solamente doscientos húsares europeos que avanzaban con menos ímpetu que los soldados de Ramos. Seguidamente Páez ordena prenderle candela a la alta paja que cubría la sabana, que estaba completamente seca por la sequía, esta acción la realizan cincuenta de sus hombres que ha seleccionado y dispersado en ella de antemano con este objeto y a los pocos minutos estuvo incendiada toda la llanura. La infantería española se forma en cuadro para resistir a su vez los ataques de la caballería de Páez. Rodeados por esta y envueltos en fuego y humo tienen la fortuna de hallar una vaguada, aun con agua, en que la maleza estaba húmeda, metiéndose en ella La Torre, con sus tropas, encuentra así la forma de poder salvarse de una mayor pérdida a la ya sufrida. Este es el primer revés sufrido por el ejército realista del general Pablo Morillo.

Adelfo Morillo

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