Sigo mientras tanto
Nadie sabe
hasta cuándo su
tiempo,
puede ser en años
o puede ser en el
momento;
si cada quien
aprovechara mejor
su tiempo,
caminaría más por
las calles,
contemplaría cómo
sopla el viento;
amigos, nadie sabe
hasta cuándo su
aliento,
puede ser en años,
o puede ser en el
instante;
si tuviéramos tal
cosa presente,
disfrutáramos más
cada momento,
con mesura y
alegría,
nos daríamos
tiempo
para tantas cosas
sencillas,
nos detendríamos a
mirar el amanecer,
nos ocuparíamos
del vuelo de mariposas
y en las noches
sin luna
seguiríamos el
vuelo parpadeante de luciérnagas;
yo no sé,
tú no sabes,
nadie sabe
hasta cuándo nos
dura el aliento
y yo mientras
tanto,
cada mañana cuando
despierto,
agradezco a Dios,
rezo el Padre
Nuestro,
me levanto y me
voy al patio,
miro las plantas y
las flores,
escucho los
pájaros y el viento,
casi siempre me siento
y escribo,
siempre leo y
pienso
y sigo mientras
tanto,
aspiro, espiro y
no me canso;
me dispongo para
las cosas del día,
me preparo sin
prisas,
me dejo acariciar
por la brisa
y saludo con
alegría,
saludo la vida,
saludo a los
convecinos,
saludo a los
amigos
y sigo mientras
tanto.
Adelfo Morillo
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