Milagros del Cielo
Miré
en diciembre una película con el título en castellano Milagros del Cielo…, ahí se trata de una niña que padece una
desconocida enfermedad gastrointestinal acompañada de permanentes y fuertes
dolores físicos, y después de recibir las atenciones de los mejores
especialistas, al final se dan por vencidos y se la devuelven a la familia,
para que en el amor de hogar pase los pocos días de vida que le quedan; en el
ambiente hogareño sufre un terrible accidente, se cae de un árbol de unos diez
metros de altura, no sufre fractura en ninguna parte de su cuerpo y sobrevive
para sorpresa de los médicos que la atienden; la niña de diez años de edad
vuelve al seno del hogar con sus padres y sus dos hermanas, y días después le
cuenta a sus padres de la presencia de Dios, cuenta que mientras estuvo
insconciente, se miraba a sí misma, suspendida en espíritu fuera del cuerpo, y
que Dios la condujo a lugares por demás linfos y maravillosos, donde ella
deseaba quedarse, mas Él le dijo que iba a regresar con su familia y ya sin
padecer la desconocida enfermedad para el intelecto humano.
Son varias las películas que he mirado
con testimonios de gentes que han pasado por situaciones similares a las
narradas y descritas en Milagros del Cielo;
miraglo, miraculum son palabras de la lengua latina con significado de
prodigio, suceso que excede las capacidades de comprensión para la conciencia
de razón de hombres y mujeres; y Cielo así en mayúscula es la forma de designar
el reino de Dios, y que no tiene lugar definido, sino que está en cada persona
que vive en la fe y en el amor, y la fe es innata a cada hombre y mujer, aun
para los que se dicen ateos, porque cuando no queda camino de solución a la
ciencia y a la razón, se acude casi siempre a la oración de fe y de amor; ahora
bien, nosotros que tantas veces somos muy duros para creer y para mirar con
sentimientos de amor y de fe, y esto nos pasa, porque dejamos de mirar cada
milagro que anda cada día en nuestras vidas; cuando despertamos cada mañana,
esto es milagro; cuando nos disponemos a dormir y nos dormimos, esto es
milagro, tenemos fe de que vamos a volver a despertar; cada aliento que
aspiramos y que luego espiramos, esto es milagro; salir de casa y volver de
nuevo al seno del hogar, esto es milagro; Milagros
del Cielo…, la suave brisa que nos besa la mejilla, la flor que solitaria
brota en alguna planta a la orilla del camino o lejos del sendero, el ave que
canta y alegra el momento de alguien, el hilito de agua cristalina que fluye y
va refrescando y regando por distintas partes, las nubes de formas cambiantes y
que también se vuelven lluvias benefactoras, el perro que ladra, mientras
escribo estas líneas; yo soy un estudioso cotidiano, aprendo de cada cosa que
se manifiesta frente a mis sentidos, soy lector acucioso y amigo de la ciencia,
mas sé que la medida de mi intelecto llega hasta donde Dios la dispone; creo en
cada momento, cuando empieza a palpitar una nueva vida vegetal o animal, creo
en la luz del alba sin ocaso, en la chispa que saca el golpe del trabajador
sobre el pedernal, creo en el vuelo ingrávido de mariposas y libélulas, creo
que antes y más allá de la ciencia está cada uno de los Milagros del Cielo…, que es cada manifestación de fe, de amor y de
bondad provenientes de Dios y que debemos mirar con sentimientos de verdad, fe
y amor, para luego prodigarlos en sentimientos mansos, puros y
cristalinos,sobre todo a aquellas personas más incrédulas de llegar con fe y
amor a Dios.
Adelfo
Morillo
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