Recuerdos
Recuerdo aquella mañana,
cuando salimos de El Picacho,
de allá en San Fernando de Apure,
salimos, mi abuela materna, mi mamá de
crianza,
María Catalina eran sus nombres,
salimos en la falca La Niña,
conducida por su dueño, mi padrino Luis Castillo,
salimos rumbo a La Bendición,
donde estaba trabajando mi abuelo materno,
mi papá de crianza, Tomás Morillo;
yo tenía seis años
y me entretenía mirando el paisaje,
con las babas tendidas a orillas del río,
con sus fauces abiertas,
como si durmieran,
con los galápagos en su asoleo
y con las cotúas, garzas, guacamayas y
culebras
y con el agua del río que salpicaba;
anduvimos agua abajo entre parajes y riberas
y poco después de mediodía llegamos a La
Bendición,
muy cerca queda Casita de Paja;
las casas estaban a tiro de piedra del río;
un día caminamos mi mamá y yo,
caminamos desde La Bendición hasta Casite de
Paja,
y ese mismo día estuvimos de regreso;
recuerdo que esos campos eran vegas o
corrales de ganado,
algodonales, vegas de patillas, platanales
y sabanas abiertas hasta donde la mirada
alcanza;
recuerdos que me vienen de aquellos días en La Bendición
y de ese viaje de ida y vuelta en la falca.
Adelfo Morillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario