Tras de una
vida sencilla 18
Desde mis primeros años en
la escuela primaria las palabras de los sacerdotes católicos despertaban mi
curiosidad, mas pensaba y dudaba, trataba de imbuir el sentido de las palabras,
que hablan de Dios, de Jesucristo, del Espíritu Santo, de la vida y milagros de
Jesús, y de su crucifixión hasta morir para pagar por nuestros pecados, y seguí
sumando días a mi vida, llegué al bachillerato, culminé estos estudios, comencé
estudios universitarios, y contiué sumando días a mi vida, y transcurrieron
casi cincuenta años hasta el momento, cuando el amor en Dios comenzó a hacerse
presente y ahora en Él sigo fortaleciendo mi fe.
En este mundo hay hombres y
mujeres que andan con la verdad, gracias a Dios; y yo amanezco cada día rogando
a Dios, porque yo pueda ser mejor persona, porque en verdad quiero ser un ser
humano auténtico.
A veces ayuno, cuando me
alimento, como para satisfacer el apetito del momento, no ingiero más de lo
necesario; celebro, y brindo con licor, intento no ingerir hasta la embriaguez;
trato de no ofender con palabras a los demás, evito malos pensamientos, busco
actuar apropiadamente, incluso estoy pendiente de no caer en omisiones, como
ejemplo de si puedo dar, ayudar y servir, llegue a negarme aduciendo alguna
excusa.
Asumo que cuando hacemos
las cosas con gusto, eso no nos produce cansancio; hace más de cincuenta años.
comencé a estudiar, y de eso hasta ahora no me he cansado; hace más de treinta
años comencé a desempeñarme de profesor, y de eso tampoco me he cansado; hace
poco me jubilé; mas un Decano amigo me solicitó que dictara ad honorem una asignatura en la Escuela
de Historia de la Universidad Rómulo
Gallegos, en nuestra Villa de Todos los Santos, y ya voy a cumplir un año
de estar cumpliendo tan agradable labor para mí.
Y en mi cotidianidad
agradezco a Dios por el nuevo día, por el invaluable tesoro de manterme con
salud, me voy al patio, presto todos mis sentidos para mirar, escuchar, hablar,
pensar, olfatear y sentir con alegría de como si estuviera frente al mundo por
primera vez; desayuno o me siento a leer, salgo a caminar o siembro alguna
planta, desyerbo, trasplanto, desecho la basura; escucho música o me siento a
pulsar letras, escribo otras líneas y las suelto para ustedes por la ventana de
este blog.
Adelfo Morillo
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