El homo sapiens y la mulier sapiens
Cada día me encuentro con el homo sapiens
o con la mulier sapiens, ayer fue con el homo sapiens que me dijo en un
supermercado:
-Quedaban dos kilos de azúcar, y los
agarré, pero tome uno, porque debemos compartir…
Cada día en la mañana o en la tarde ya no
sorprende mirar alguna gente haciendo cola… Un día puede ser por el papel
higiénico o las servilletas, alguna vez por las toallas sanitarias, y fue así
como en este día me encuentro con la mulier sapiens que había conseguido los
dos últimos paquetes de cuatro rollos de papel sanitario, y como llegué después
del barullo, ella me ofreció un paquete diciéndome que el sol sale para todos…
Pero yo le dije que el papel ya no alcanza para todos…
Otra vez vemos gente haciendo cola para
comprar café, azúcar, huevos, leche en polvo, pañales desechables para niños o
adultos, aceite vegetal, harina de maíz o harina de trigo… Todo eso viene
sucediendo en Venezuela y también con la gasolina y el gas de cocina, con los repuestos
de vehículos y hasta con medicamentos y equipos médico-quirúrgicos… Y en casi
todas esas circunstancias me he conseguido con el homo sapiens o la mulier
sapiens, que evita hacer cola por ninguna de estas cosas, y lo más admirable de
su condición es que es capaz espontáneamente de desprenderse de la mitad de lo
que ha logrado encontrar en último momento y cederlo a la persona que como yo
nos hemos encontrado con esta persona que es de las que salvan el mundo con su
auténtica esencia de seres humanos…
El homo sapiens o la mulier sapiens cuando
conversa con nosotros, nos escucha, nos comprende, anda sin prisa, y si
reflexionamos, podemos concluir que también nosotros debemos ser capaces de
hablar y actuar como homo sapiens o mulier sapiens, para comprender el complejo
mundo donde estamos compartiendo con miles de millones de personas, y que Dios
quiera y cada vez más en el cada día vivamos como homo sapiens o mulier
sapiens, y que nuestra sabiduría la conjuguemos con el amor a Dios, a los demás
y a nosotros mismos, y que en nuestro mundo podamos respirar oxígeno y no
contaminación, que sepamos comprender y no juzgar, que andemos compartiendo en
la abundancia y más en la escasez, y entonces viviremos en concepto y en hechos
de homo sapiens o mulier sapiens…
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